GR-20 Córcega, dia 13: Relax en Bastia

Dormimos en la playa de vicio, desayunamos mientras disfrutábamos de un bonito amanecer, nos dimos un bañito y recogimos todo. Teníamos que ir en tren hasta Bastia ya que al día siguiente volvíamos para Madrid.

Amanece en la playa (I)


Amanece en la playa (II)


Amanece en la playa (III)


Amanece en la playa (IV)


Amanece en la playa (V)

Camino de la estación de tren pasamos por todo Ille Rouge y aprovechamos para sacar unas fotos. Un ultimo recuerdo a todo lo vivido los días anteriores.

Ferry


Desayunamos (I)


Desayunamos (II)


Playa de Ille Rouge


Ille Rouge (I)


Ille Rouge (II)


Ille Rouge (III)


Ilustre corso


Ille Rouge (IV)


Ille Rouge (V)


Puerto de Ille Rouge (I)


Puerto de Ille Rouge (II)


Estación de tren

Cogimos un destartalado tren que nos llevaría hasta mitad de camino a Bastia. Pasamos por lugares muy bonitos, por zonas totalmente deshabitadas, apartadas del turismo, paisajes desérticos... A mitad de camino, en Ponte-Leccia, cambiamos de tren, esta vez más moderno. Poco a poco nos acercamos a la civilización y al ajetreo de una gran ciudad, aunque Bastia es más bien pequeña.

Tren a Bastia (I)


Tren a Bastia (II)


Tren a Bastia (III)


Tren a Bastia (IV)


Tren a Bastia (V)


Llegamos a Bastia (I)


Llegamos a Bastia (II)

Llegamos a Bastia bajo un calor abrasador. Como era pronto y teníamos todo el día por delante decidimos recorrer Bastia y hacer un poco de turismo de chancleta, aunque con un mochilón a la espalda. Comenzamos a andar por la plaza y la zona de tiendas.

Plaza (I)


Plaza (II)


Plaza (III)


Pizza Gogo


Super Napoleón


Caminando (I)


Independencia

La verdad es que dando un paseo por Bastia a uno le entra un poco de congoja. El estado de dejadez y ruina que inunda la ciudad es pavoroso. Es Francia, aunque en tiempos fue Italiana (Genovesa de hecho), pero me recordaba muchísimo a Nápoles. Por suerte el carácter de los corsos no es el de los napolitanos.

Ruinoso (I)


Hotel de Ville


Fuente


Caminando (II)


Ruinoso (II)


Ruinoso (III)


Ruinoso (IV)


Ruinoso (V)

Descansamos un poquito a media mañana, buscamos un bar, nos sacamos unas birras corsas y disfrutamos de la tranquilidad de la mañana. Tras el pequeño paréntesis, nos metimos de lleno a callejear en la ciudadela de la ciudad. Un bonito lugar para perderse.

Descansando (I)


Descansando (II)


Puerta (I)


Puerta (II)


Callejeando (I)


Callejeando (II)


Callejeando (III)

La ciudadela tiene unas bonitas vistas sobre el puerto. Bajamos al puerto y buscamos un sitio donde prepararnos los bocatas y comer. Estuvimos un rato largo, aunque se puso a llover, un poco, así que salimos de ahí y buscamos un sitio donde tomar un cafecito.

Nos asomamos al mar (I)


Nos asomamos al mar (II)


Nos asomamos al mar (III)


Puerto (I)


Puerto (II)


Puerto (III)


Puerto (IV)


Puerto (V)


Escalinata


Puerto (VI)

Mientras estabamos de café, cayó una tormenta de la ostia, se inundaron todas las calle (no hay alcantarillas) y se lió un bien "cipostrio". Cuando terminó de llover fuimos a la oficina de turismo a buscar una habitación en algún hotel a un precio asequible. Se portaron de puta madre. Nos buscaron un hotel cerca, ellos mismo llamaron y nos hicieron la reserva. Pillamos una habitación triple. Por fin nuestra primera ducha de verdad en 13 días. No se cuanto tiempo me tiré en la ducha.

Gloria y Geme salieron fuera a cenar. Yo me quedé en la habitación. Encendí el hornillo y me hice un sobre de pasta. También dormimos por primera vez en una cama de verdad en días. Me sentía hasta raro jajajaja.

Geme


Capeando la lluvia


Sorteando charcos


Saludo mendiak


Que rica la pasta

Al día siguiente nos levantamos pronto, pillamos el autobús al aeropuerto y regresamos a Madrid, donde pasé unos días de descanso y monte junto a Geme. Por desgracia, ya se había terminado la aventura...

(Alguna de las fotos son de Geme y Gloria)

De regreso (I)


De regreso (II)


De regreso (III)


Montblanc