Zuriza (III)
Con este post acabo de contaros el viaje al Pirineo Navarro-Aragones. Después de descansar del agotador día anterior, nos levantamos pronto, aunque menos que el día anterior. Yo lo hice al compas de la cafetera, su olor... Recogimos todo y fuimos a pagar. Eran las 8 de la mañana. No podíamos, hasta las 10 no abrían el garito. Enviamos a Itxaso como emisaria y el chico accedió a que le pagaramos antes de las 10. Menos mal, por que sino no hubieramos podido hacer todo lo que estaba proyectado. Cogimos el coche y subimos al puerto de los Navarros, a unos 2 km del camping. La idea era subir Ezkaurre, otro dosmil espectacular, otro clásico de la zona. Emprendimos el camino, yo guiaba de nuevo y de nuevo Raúl esperaba que nos perdiesemos para meterse conmigo. Él se suele perder, y eso que tiene GPS, asi que le solemos vacilar...
El camino transcurría al principio por un cerrado pero joven bosque de hayas. La pendiente era bastante grande asi que cogimos en poco espacio mucha altura. Cuando acabó el bosque, hicimos una parada técnica, comida, bebida, crema solar, gorra y gafas de sol. Un consejo, a partir de 1500 metros el sol quema que da gusto, asi que conviene protegerse bien de él. Comenzamos la parte menos amable, aunque sin ninguna dificultad, sobre piedra, siguiendo los hitos y las marcas rojas y blancas de la GR. Yo me adelanté y llegué a la cima antes que el resto. Unas cabras que no hacían más que mirarme me intimidaron un poco y retrocedí para esperar a mis compañeros. La cima en sí no ofrecía nada especial, pero un poco más adelante....eso era otra historía. Un enorme barranco en forma de teatro nos esperaba: espectacular!!!.
Tras sacar las fotos de rigor, comer y reponer líquido comenzamos el descenso, al principio suave por la piedra, pero cuando llegamos al bosque nos pusimos a bajar corriendo ante el estupor y sorpresa de los que subían. Llegamos al coche y pusimos rumbo a Isaba, ya en Navarra, para visitarlo y tomar unas cervecitas. Bonito pueblo que yo ya conocía. Cogimos de nuevo el coche y esta vez paramos en el embalse de Yesa, bañito (yo como de costumbre en bolas) de agua y de barro. La que mejor se lo pasó con el barro fue Itxaso. Tras el reconfortante baño desplegamos un mantel improvisado en el suelo y nos dimos un homenaje, café incluido. Nos pusimos en marcha de nuevo. De camino a casa a Iñigo se le ocurrio que podíamos parar en Agurain y hacerle una visita a Zaspi (un compañero montañero). Eran fiestas en Agurain y aprovechamos para tomar algo y comernos un helado. No pudimos contactar con Zaspi. Como ya era tarde nos pusimos en marcha hacia Bilbao. Y eso es todo!!!!
1 Tus Comentarios:
Gracias por regalarme este recuerdo. Fué un viaje inolvidable. Muxu.
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