¿Donde estás?

Este fin de semana he estado pateando el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. Un experiencia cuasi-religiosa, si es que eso existe. No es que halla entrado en extasis como los místicos pero he sentido una fuerza exterior a mi cuerpo que me ha extremecido, que me ha hecho dudar de mi propio yo. No se si dios existe y fráncamente, me da igual, pero tumbado al raso a la noche contemplando la via láctea y las estrellas fugaces he estado dando vueltas a la cabeza, ideas casi olvidadas. ¿Que narices hago aquí? ¿cual es mi lugar en el mundo? ¿estoy condenado a ser un outsider, un misfit toda mi vida?.

Pero había una pregunta que me obsesiona, o me obsesionaba, es una pregunta que va y viene: ¿donde estás?.

Hasta hace poco creía que la montaña y las mujeres no se llevaban bién. "Que machista soy!!!!" he llegado a pensar (cualquiera que me conozca sabe que no es verdad, solo es que hasta ahora casi nunca me había topado con montañeras. Alguna vez de forma exporádica pero poca cosa. De hecho, en el foro de montaña donde participo (mendiak.net)la inmensa mayoría de los participantes son tios, menos la pobre Gorbea que nos tiene que aguantar a todos....es una bendita. Por suerte, he podido comprobar que estaba muy equivocado. Y que de hecho, hay chicas que "arrastran" a sus novios a ir a la montaña. Cuando digo "ir a la montaña" no me refiero a dar un paseo de domingo por el parque de detras de casa, sino a hacer cimas de 2000 y 3000 metros.

Ultimamente todas las chicas que he conocido apenas salen de su barrio, y las que merecen la pena...esas ya tienen "sus planes". Es más, creo que incluso me ven como un misfit, un tio raro que se pega unas palizas de la leche para subir un terruño de piedras. "Que cansado es eso!!! y el sudor!!!! y para que si luego hay que bajar?" me dicen. Además tengo otros handicaps: leo comics, me gusta el cine en blanco y negro, los "40 criminales" me parecen una mierda y la música que radian más mierda todavía, odio las discotecas, no me gusta el kalimotxo ni las ciudades, y me gusta hablar y filosofar durante horas. Una cosa tengo muy clara, me niego a hacer lo que hace la mayoría y mucho menos a que para ser aceptado socialmente tenga que hacer lo que hacen los otros y renunciar a mi forma de ser.

La chica con la que compartí 7 años de mi vida, creo que no entendió mi amor por la montaña, mi necesidad de escaparme de la ciudad, de los bares, de los ruidos, de las aglomeraciones de gente, de apagar el endemoniado movil que nos tiene localizado todo el santo día, mi necesidad de silencio, de llenar mis oidos y mi piel de viento...en definitiva, mi necesidad de VIVIR, de sentirme VIVO, de cansarme, de sufrir, de sentir dolor en las piernas, el sabor de mi sudor en la boca... Claro que yo tampoco entendí por que quería que fuera a una discoteca, aunque fuera de vez en cuando.

Entonces, si despues de comprobar que hay chicas que comparten mi amor por la montaña, solo se me ocurre preguntar una cosa ¿donde estás? ¿por que me esquivas? ¿que tengo que hacer para conocerte?