Peña Labra (2017 m)

Hace unas semanas me fui con Santi y con Fran, compañeros del Leioa Mendi Taldea, hasta el puerto de Piedrasluengas para ascender al Peña Labra. La idea original era acercarnos hasta el Tres Mares, recorriendo todo el cordal que separa ambas cimas. Yo, nada más llegar a la cima del puerto bajo una impresionante nevada y un frío horroroso, ya me percaté que sería poco más que misión imposible llegar siquiera a la cima del Peña Labra.

Tras llegar al puerto con muchísimas dificultades (los quitanieves aún no habían pasado), buscamos un sitio donde dejar el coche, que no molestara y que luego pudiéramos sacarlo. Nos calzamos las raquetas y le dimos a los primeros tramos de nieve. Según las previsiones a lo largo de la mañana despejaría y dejaría de nevar. En eso confiábamos.

Nos metimos de lleno en la faena, progresando con dificultad entre un piornal y hundiéndonos a ratos hasta las rodillas. La nieve estaba seca, pero sin asentar en absoluto.

Piedrasluengas


Nieve en la carretera


Preparando las cosas


Comenzamos


Hacia el collado (I)


Parecía que levantaría


Por el piornal (I)


Por el piornal (II)


Por el piornal (III)

A ratos pudimos ver como intentaba despejar, y eso nos dio cierto ánimo, pero fue un querer y no poder, ya que se volvió a cubrir y comenzó a nevar débilmente pero de forma incesante.

Poco a poco nos fuimos dirigiendo hacia un evidente collado. Por una fuerte pendiente nos fuimos haciendo relevos para poder abrir huella sin perecer en el intento. Íbamos a ciegas y avanzábamos gracias al GPS de Santi.

Hacia el collado (II)


Hacia el collado (III)


Hacia el collado (IV)

Tras cruzar el inmenso collado, Santi dijo que en vez de subir por la normal, mejor cogíamos la directa para buscar una canaleta de acceso casi hasta la misma cima. Tanto a Fran como a mi nos pareció bien así que le dimos todo tieso para arriba guiados por el GPS y haciendo relevos para no reventarnos.

La rampa era dura y se hacía pesado andar con las raquetas por nieve tan poco asentada. Poco a poco fuimos ascendiendo hasta que por fin vimos entre la niebla y la nieve la canaleta. Nos estábamos atrasando mucho. Ya para entonces nos conformábamos en llegar a la cima de Peña Labra. Con muchas dificultades llegamos por fin a la canaleta.

Hacia la canaleta (I)


canaleta al fondo


Hacia la canaleta (II)


Hacia la canaleta (III)


Hacia la canaleta (IV)

Antes de entrar en la canaleta cambiamos palos por piolet y raquetas por crampones. Me tocó en suerte abrir huella en la canaleta. Pensaba que estaría más asentada, pero nada más lejos. A cada paso te hundías más de medio metro, en ocasiones hasta la cintura. Estaba claro que no iba a ser fácil subir la canaleta esa. Pasé a modo "quitanieves". A cada paso quitaba kilos de nieve de delante mío con el piolet, lo echaba a mis pies, lo pisaba y conseguía ascender un poco. Al siguiente paso igual, y así hasta conseguir salir de ese infierno de nieve. Nos costó la reostia salir de ahí. Yo salí de la canaleta totalmente agotado, pero salimos por arriba.

En la canaleta (I)


En la canaleta (II)


En la canaleta (III)


En la canaleta (IV)


En la canaleta (V)

Tras salir de la canaleta, bajo una ventisca incómoda, no muy intensa pero si muy incómoda, nos reagrupamos y tiramos para la cima. En penas 2 minutos estábamos en la cima. Paramos lo justo para sacarnos la foto, y salimos de la cima pitando para abajo. Lo que tenía que haber llevado una hora y media nos había costado casi 3 horas. Todo un despropósito.

Hacia la cima


Cima (I)


Cima (II)

Bajamos entre la niebla y la ventisca tratando de buscar la bajada normal, ya que descartamos bajar por la canaleta por el mal estado de la nieve. Tras una larga travesía, mareados por culpa de no poder distinguir entre nieve y niebla y perder la línea del horizonte, enlazamos con las huellas de subida, que estaban medio borradas.

Cuando estábamos llegando al gran collado, notamos como dejaba de nevar, cesaba el viento y de repente, como por arte de magia, comenzó a despejar.

Descendemos (I)


Comienza a despejar (I)


Comienza a despejar (II)


Comienza a despejar (III)


Peña Ciquera


Picos de Europa al fondo (I)


Picos de Europa al fondo (II)

Maldije a cuantos santos y deidades fui capaz de recordar. No solo despejaba cuando estábamos muy abajo de la cima, sino que además estaba el cielo azul eléctrico. Estaba quedando un día cojonudo. Evidentemente, tras reponernos del disgusto, nos pusimos a sacar fotos como cosacos.

Tiramos para abajo a toda leche ya que a Santi se le había ocurrido invitarnos a comer en la venta de Pepín e íbamos tarde. La bajada se nos hizo pesada, hundiéndonos en la nieve blanda.

Llegamos al coche y casi sin cambiarnos nos bajamos hasta la venta de Pepín a comer. La verdad es que nos dimos un homenaje....

Vista atrás Peña Labra (I)


Vista atrás canaleta


Vista atrás Peña Labra (II)


Peñas de los alrededores


Panorámica (I)


Panorámica (II)


Descendemos (II)


Descendemos (III)


De nuevo en la niebla


Carámbanos

Después de comer pudimos contemplar una bonita estampa del monte al que habíamos ascendido pero que apenas habíamos visto. La verdad es que todo el valle de Liébana estaba precioso.

Peña Labra (I)


Peña Labra (II)


Paisajes nevados (I)


Paisajes nevados (II)


Paisajes nevados (III)


Paisajes nevados (IV)


Paisajes nevados (V)


Paisajes nevados (VI)


Paisajes nevados (VII)

Como Santi quería hacer unos recados en Potes, nos acercó hasta el monasterio de Santo Toribio desde el que pudimos contemplar una espectacular estampa de Picos de Europa y Peña Sagra.

(Alguna de las fotos son de Santi y de Fran)

Picos de Europa


Sector San Carlos y Samelar (I)


Sector San Carlos y Samelar (II)


Morra de Lechugales (I)


Morra de Lechugales (II)


Pico Cortes


Nieblas


Peña Sagra (I)


Peña Sagra (II)


Peña Sagra (III)