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lunes, febrero 09, 2009

Tivissa: Sector Genessies

Con idea de completar la lista de 50 cimas de la comarca de la Rivera del Ebre, me fui con Ferrán hasta el Mas de Genessies para darnos la paliza del siglo. Teníamos que hacer seis cimas, aunque finalmente yo acabé haciendo siete.

Partimos aún sin terminar de amanecer desde el Mas de Genessies en dirección al Coll de Rourar, con dos de nuestros objetivos delante. Por camino más o menos cómodo fuimos ganando altura hasta alcanzar el collado. El sol despuntaba a nuestra espalda.

Con el frescor de la mañana llegamos a Rourar y nos deleitamos con las vistas del sector menos domesticado de los montes de Tivissa.



Mas de Genessies


Mola de Genessies y Mola de Botí (I)


Panel indicador


Hacia el Coll de Rourar (I)


Hacia el Coll de Rourar (II)


Amanece (I)


Amanece (II)


Mola de Genessies (I)


Mola de Genessies (II)


Coll de Rourar


A nuestra derecha la Mola de Genessies y a nuestra izquierda la Mola de Botí. Tenía el trazado estudiado al dedillo y estaba todo calculado milimétricamente para optimizar el tiempo y la distancia con el fin de conseguir el objetivo de hacer cima en los seis montes. El primero de la lista era precisamente la Mola de Botí.

Hacía ahí nos dirigimos sin apenas camino definido, esquivando la carrasca, la argilaga, etc. Ya empezaba a maldecir por el zarzing y eso que aún ni me imaginaba la que me esperaba...

Llegamos a la cima de la Mola de Botí, nos hicimos la foto pertinente y pudimos observar no muy lejos el delta del Ebre y los montes de alrededor, alguno de los cuales eran nuestros siguientes objetivos. Sin tiempo que perder, volvimos al collado.



Hacia la Mola de Botí (I)


Hacia la Mola de Botí (II)


Delta del Ebre


Mola de Genessies (III)


Hacia la Mola de Botí (III)


Hacia la Mola de Botí (IV)


Cima Mola de Botí


Una vez de vuelta en el collado, nos dirigimos hacia la Mola de Genessies, donde hay unos restos de lo que pudo ser un poblado íbero, pero que es muy probable que sean los restos de alguna majada de cabreros. Lo cierto es que nadie los ha estudiado.

La Mola de Genessies es una especie de altiplano en forma de gran muela que hay que rodear un poco hasta encontrar el paso de acceso a la parte superior. Es fácil. Una vez arriba nos acercamos a ver los restos del poblado y de ahí a la cima, donde nos hicimos la foto de rigor y realizamos el primer descansito.



Hacia la Mola de Genessies (I)


Hacia la Mola de Genessies (II)


En el poblado ibérico


Punta de la Puça y Miloques de Quintana al fondo


Portella de Genessies (I)


Punta de l'Auró y Punta Jovara (I)


Cima de la Mola de Genessies


Punta de l'Auró y Punta Jovara (II)


Ahora teníamos que buscar el paso de descenso, que estaba justo al lado contrario del de acceso por el que habíamos subido. La idea era ir hasta la Moleta de Gardell. Al principio fuimos bien en la bajada, pero luego no perdimos la suficiente altura y acabamos en el mismísimo Portell de Genessies, un lugar espectacular, pero al que no estaba previsto que fuéramos. Ya que estábamos, subimos uno de los montes que forma el portell y le bautizamos como Punta del Portell de Genessies.



Descenso de la Mola de Genessies


Vista atrás Mola de Genessies


Portella de Genessies (II)


Cueva


Punta del Portell de Genessies


Punta de la Puça y Miloques de Quintana


Bajamos y nos dirigimos al evidente camino que venía desde el Mas de Genessies en dirección a la Portella. Por suerte no tuvimos que hacer mucho zarzing. Una vez en el camino, nos dirigimos hacía nuestro verdadero objetivo, la Moleta de Gardell, a la que llegamos sin mucha dificultad, ya que apenas hay que desviarse del camino y prácticamente no se sube nada.



Dejamos la Punta del Portell de Genessies


Mola de Genessies (IV)


Portella de Genessies (III)


Moleta de Gardell


En este punto Ferrán me dijo que empezaba a sentir algo de dolor en una de las rodillas, lo cual me preocupó bastante ya que estábamos a mitad del recorrido, y los escapes estaban un poco lejos y había que sufrirlos. Bajamos el ritmo y nos dirigimos hacia uno de los escapes, el Portell de Jovara, por el que teníamos que pasar de todas formas si hubiéramos seguido con la excursión.

Tras pasar por el Mas del Santo o de Jovara, subimos el duro repechito hasta el Portell de Jovara, donde descansamos un poco e hicimos referéndum.



Portella de Jovara al fondo


Hacia la Portella de Jovara


Mas del Santo o de Jovara


Vista atrás Moleta de Gardell (I)


Vista atrás Moleta de Gardell (II)


Yo estaba resuelto a dar por terminada la salida de monte y bajar sin prisa al coche al ritmo que marcara Ferrán. Pero Ferrán, como buen ebrenc que es, es más burro y tozudo que una mula. Insistió en que él se quedaba ahí esperando a que yo siguiera con la excursión e hiciera los montes que estaban previstos. Como hace tiempo que descubrí que discutir con las gentes de la Ribera del Ebre es misión imposible, le hice caso y me encaramé como pude a la cresta de Jovara.

En buena hora me metí. Había tramos que estaban tan cerrados por la carrasca y demás hierbas del demonio que me juré a mi mismo que cuando fuera piloto de aviones de combate bombardearía toda esa zona con napalm. Dios que dolor, que rasponazos, que forma de lacerar la carne... Os aseguro que es indescriptible.

Tras retorcerme de dolor bajo un sol sofocante (era agosto) conseguí llegar a la cima de la Punta Jovara, a la que habría que llamar Monte del Calvario.



Punta de l'Aluró desde la cresta a Jovara


Mola de Genessies desde la cresta a Jovara


Hacia Punta Jovara


Punta de l'Aluró desde Punta Jovara


Cima de Punta Jovara


Panorámica desde Punta Jovara


Le había dicho a Ferrán que si lo veía bien seguiría la cresta hasta la punta del Corb, y así lo hice, por terreno malo, selvático, pero mucho más cómodo que la subida a la Punta Jovara. Le metí caña y llegué a la cima de la Punta del Corb. Casi sin aliento me saqué la foto de rigor y me puse de nuevo en camino para regresar lo antes posible.

Llegar de nuevo a la Punta Jovara no me costó mucho, pero bajar por el infierno aquel, desde la Punta Jovara hasta donde me estaba esperando Ferrán, no se me olvidará en la vida. El %$&#@?! del Boireta no me comentó nada cuando le conté el plan. Luego cuando le narré mis aventuras se meaba de la risa el muy truhán.



Hacia Punta del Corb


Cima de la Punta del Corb


Punta de la Puça y Miloques de Quintana desde Punta del Corb


Miloques de Quintana


Regresando a Punta Jovara


Lo que veía Ferrán


Y como uno es masoca y le va la marcha, cuando llegué donde Ferrán, me dijo que subiera al último de los montes previsto, la Punta de l'Auró, que él iba bajando poco a poco y que ya le alcanzaría, que él iba más lento.

Para mi desgracia le hice caso.... Otro zarzing horrible que prefiero no narrar... Maldiciendo el día que se me ocurrió plantear la excursión, llegué a la cima casi sin ganas de hacerme la foto. Y ahora tocaba bajar...

Le alcancé a Ferrán en mitad de la pista que baja del Portell de Jovara hasta la carretera más cercana, y una vez en la carretera, le dije a Ferrán que me esperara ahí, que ya iba yo a por el coche. Unos 2-3 km de asfalto recalentado...Fue la puntilla.

Machacados vivos, y en mi caso completamente desollado, regresamos a Mora como un par de desertores de una batalla perdida...

(Alguna de las fotos es de Ferrán)



Hacia la Punta de l'Auró


Punta Jovara desde la Punta de l'Auró


Cima Punta de l'Auró


Mola de Genessies desde la Punta de l'Auró


Panorámica desde la Punta de l'Auró


Vista atrás Punta de l'Auró


Mola de Genessies y Mola de Botí (II)



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3 Tus Comentarios:

At 10/2/09 12:22 p. m., Blogger Zieft said...

La foto en la cima de Punta Jovara no tiene precio!!!

;)

 
At 11/2/09 6:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

las montañas tambien desapareceran,incluso la propia muerte morira.

 
At 11/2/09 6:30 p. m., Blogger Angel said...

El zarzing y los paseos por los reinos de las aliagas siempre dejan piernas y brazos bien recalentados ;-)

 

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