Sineu y Valldemosa

Ya he comentado más de una vez, que la primera vez que fui a Mallorca fui con la idea preconcebida de que todo aquello era literalmente una mierda. Pero cambié radicalmente de idea en el primer momento que puse pie a tierra en el aeropuerto.

Hoy en día soy un enamorado de la isla, sus pueblos, sus montañas, rincones y gentes. Si te alejas del mundanal ruido encontrarás en Mallorca lugares increíbles, aún salvajes a pesar de la presión urbanística, la corrupción y el clientelismo.

Merecen una visita Sineu. Esta situado en pleno centro de la isla. Ya en tiempos prehistóricos Sineu debía ser habitado, ya que se encuentran vestigios como el Talayot de Son Creixell, Sa Ritxla, Sa Ritxoleta, Son Rossinyol y Son Vanrell. El núcleo de población adquiere el título de Pueblo Real en el año 1300, y durante la Edad Media fue una Villa destacada por la construcción de una residencia real (hoy casi desaparecida bajo un convento de monjas de clausura) y la sede del Veguer de Fora. De esta época se conserva el famoso mercado de los Miércoles, de gran contenido agrícola y ramadero, actualmente foco turístico. (Wiki)

Situada frente a la costa de poniente, Valldemosa es un pueblo con encanto. Caro, bastante caro y quizás un tanto turístico, pero merece la visita. Algo debieron ver en este pueblo Chopin y Rubén Darío que lo habitaron durante una larga temporada. Su atracción principal es la Cartuja de Valldemosa y el recuerdo que en ella dejó en el invierno de 1838-39 la estancia de la pareja romántica integrada por Chopin y George Sand.

Además de los ilustres huéspedes que fueron Chopín y George Sand, en la Cartuja pasaron temporadas personajes de la talla de Jorge Luis Borges, Jovellanos, Santiago Rusiñol y otros muchos.

No os olvidéis de visitar Port de Valldemosa y contemplar una puesta de sol desde su pequeño puerto-cala.