Raso (1047 m), Risca (1003 m) y Rodil (1031 m)
Esta era otra zona que me faltaba por conocer aún de la a veces recóndita Álava. Nos juntamos unos cuantos de la universidad y algunos amigos y nos acercamos hasta el pueblo de Mioma, que manda narices con el nombrecito.
El primer hito del día era la ascensión al monte Raso, que queda al sur del pueblo de Mioma. Tras salir del pueblo y recorrer unos campos de labranza sin dañarlos, comenzamos a buscar el sendero que nos llevaría poco a poco hasta la cima. Este tramo fue bonito, ya que fuimos dejando atrás un pinar para toparnos con un hayedo/encinar. Fuimos ascendiendo poco a poco hasta toparnos con una alambrada, que pasamos como pudimos. Tras la alambrada se encontraba el camino que nos acercaría a la cima. Estábamos ya en la planicie del monte, y en poco tiempo llegamos a la cima. Bonitas vistas de la zona de Valderejo.
Raso desde Mioma
Fuente
Por los campos de labranza
Rodil a lo lejos
Hacia Raso (I)
Hacia Raso (II)
Hacia Raso (III)
Hacia Raso (IV)
Hacia Raso (V)
Hacia Raso (VI)
Hacia Raso (VII)
Hacia Raso (VIII)
Peña Karria al fondo
Hacia Raso (IX)
Raso (I)
Raso (II)
Hayedo (I)
Hayedo (II)
Hayedo (III)
Hayedo (IV)
Vista atrás
Castillo
Llegando al collado
Rodil desde el collado
Al llegar al Risca decidimos parar un rato largo para poder comer y descansar. Aprovechamos a hacer fotos a tutiplén y ver por donde bajaríamos y enlazaríamos con el camino de ascensión al Rodil, último hito del día.
Hacia Risca (I)
Hacia Risca (II)
Hacia Risca (III)
Berberana
Losa
Hacia Risca (IV)
Hacia Risca (V)
Hacia Risca (VI)
Risca (I)
Risca (II)
Risca (III)
Risca (IV)
Hacia Rodil (I)
Hacia Rodil (II)
Hacia Rodil (III)
Hacia Rodil (IV)
Mioma desde lo alto (I)
Mioma desde lo alto (II)
Hacia Rodil (V)
Hacia Rodil (VI)
Hacia Rodil (VII)
Rodil (I)
Rodil (II)
De regreso (I)
De regreso (II)
De regreso (III)
De regreso (IV)
De regreso (V)
De regreso (VI)
De regreso (VII)
De regreso (VIII)
De regreso (IX)
Llegando a Mioma
De regreso (X)
De regreso (XI)
Mioma
1 Tus Comentarios:
Hola Kepa:
Ya veo que los montes no se acaban, los hay por todas partes.
Un abrazo,
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