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lunes, febrero 11, 2008

Petrechema, despedida fin de año 2007



Salida de fin de año al Petrechema desde el refugio de Linza. Quedamos Joana, Luis, Alba y yo para pasar el fin de año en Linza y posteriormente se unieron Bea, Joseba, Gabi e Isabel. Estos últimos cuatro se fueron al Anie. Nosotros mantuvimos el plan original que consistía en subir al Petrechema para posteriormente ir a Lapakiza de Linzola para bajar a Linza de nuevo haciendo una circular.

Nos levantamos pronto el día 31 de diciembre pero tampoco sin exagerar, y para las 8:30 de la mañana estábamos ya cogiendo las primeras rampas hacia el collado de Linza, nuestro primer hito en el camino. A medida que íbamos ascendiendo, los primeros rayos de sol acariciaban ya las cimas de algunas montañas.

Las vistas sobre el Txamantoia que iba cambiando de color a medida que amanecía eran muy bonitas, al igual que el valle que forman el Petrechema y el Acherito, donde aún los rayos de sol no llegaban.



En el parking de Linza


Primeras rampas (I)


Primeras rampas (II)


Amanece sobre Txamantxoia


Lapakiza (I)


Txamantxoia (I)


Atxerito y Petrechema (I)


Atxerito y Petrechema (II)


Txamantxoia (II)


Txamantxoia (III)


Continuamos la ascensión bordeando las laderas de Lapakiza y siempre en dirección al collado de Linza. A partir de este punto, las rampas de nieve se empezaron a empinar un poco más. Por suerte, aun era pronto y la mañana nos mantenía frescos. A pesar que por donde íbamos a penas soplaba sol, bastaba alzar la vista para ver que un fuerte viento estaba batiendo las cimas de las montañas hacia las que nos dirigíamos. Las cortinas de nieve y hielo eran visibles desde abajo del valle.



Atxerito y Petrechema (III)


Vista atrás, Ezkaurre


Lapakiza (II)


Atxerito y Petrechema (IV)


Vista atrás, Txamantxoia


Hacia el collado de Linza (I)


Ventisca (I)


Despunta el sol


Hacia el collado de Linza (II)


Hacia el collado de Linza (III)


Hacia el collado de Linza (IV)


ya con el sol encima, continuamos ascendiendo poco a poco camino del collado de Linza, que ya se intuía delante nuestro. Al mismo tiempo, el viento, cada vez más fuerte, nos hacía pensar que quizás, la ascensión no iba a resultar tan placentera como al principio habíamos previsto. El viento era más evidente en aquellos lugares donde el terreno se estrechaba y el viento se encañonaba, a veces, de forma violenta.



Hacia el collado de Linza (V)


Hacia el collado de Linza (VI)


Hacia el collado de Linza (VII)


Hacia el collado de Linza (VIII)


Hacia el collado de Linza (IX)


Hacia el collado de Linza (X)


Hacia el collado de Linza (XI)


Hacia el collado de Linza (XII)


Saliendo a terreno más despejado, la ventisca era tan fuerte que apenas nos escuchábamos los unos a los otros. Yo solo tenía ganas de llegar al collado, con la esperanza de que, superado este, el viento cesaría o al menos amainaría.

Superar el collado fue toda una aventura, ya que ahí el viento soplaba que daba miedo. Ni siquiera me paré, continué para adelante, camino del Petrechema para salir de ese vendaval.



Llegando al collado de Linza (I)


Ventisca (II)


Llegando al collado de Linza (II)


Collado de Linza (I)


Continuamos hacia adelante, por él evidente camino, dirección al Petrechema. Por un momento se me pasó la idea de darnos la vuelta, ya que el dichoso viento no cesaba y resultaba muy desagradable. Pero el cielo azul, y las maravillosas vistas de la Mesa de los Tres Reyes completamente nevado, me hicieron quitarme la idea de la cabeza y continuar hacia adelante.

A medida que íbamos ascendiendo, me di cuenta que en las cimas más altas ya no había ventisca, lo que me dio esperanzas de que el viento estaba parando. Por suerte para nosotros así fue.

Fuimos superando loma tras loma, por nieve muy buena, lo suficientemente dura como para no hundirte, y lo suficientemente blanda par no necesitar crampones. En muchos lugares no había huella, pues la ventisca la había borrado por completo. Continuamos andando hasta alcanzar el collado que antecede a la pala final, lugar donde los calzamos los crampones.



Petrechema (I)


Panorámica (I)


Mesa de los Tres Reyes (I)


Petrechema (II)


Hacia Petrechema (I)


Hacia Petrechema (II)


Hacia Petrechema (III)


Panorámica (II)


Hacia Petrechema (IV)


Atxerito (I)


Vista atrás


Posando


Afrontamos la empinada pala final, que estaba muy buena, poco a poco, sin prisas y disfrutando de las vistas. En poco tiempo, estábamos en la cima.



Pala final (I)


Pala final (II)


Panorámica desde la pala final


Pala final (III)


Pala final (IV)


Pirineos ante nuestros ojos


Foto en la cima y a dar alegría a nuestros ojos. Se mirara donde se mirara el paisaje era de película. Todo los Pirineos bajo la nieve hasta donde alcanzaba la mirada. Desde el Orhi, primer 2000 del Pirineo hasta el Midi y más allá.



Foto en la cima del Petrechema (I)


Foto en la cima del Petrechema (II)


Foto en la cima del Petrechema (III)


Panorámica desde el Petrechema


Atxerito (II)


Orhi


Mesa de los Tres Reyes (II)


Como aún nos faltaba bastante por recorrer no nos podíamos entretener demasiado, así que decidimos bajar sin más miramientos. Bajada cómoda y sencilla hasta el collado de Linza, disfrutando como enanos de la nieve, que repito, estaba muy muy buena, disfrutando de la conversación y disfrutando de los paisajes.

En el collado de Linza, que ahora estaba en perfecta calma, hicimos un alto en el camino para comer algo y reponer líquido, amen de otras necesidades fisiológicas...



Descendiendo (I)


Descendiendo (II)


Descendiendo (III)


Descendiendo (IV)


Descendiendo (V)


Lapakiza (III)


Desde el collado de Linza


Tras el breve descanso, enfilamos hacía el camino que se dirige hacia la Mesa de los Tres Reyes, para a continuación, desviarnos y tomar dirección a Lapakiza de Linzola. A medida que nos acercábamos a las rampas de ascensión a este monte, nos fijamos en una especie de "corredor" que tiraba todo tieso hacia la parte superior. Tras un breve referendum de neuronas, con un voto particular en contra, decidimos tirar por dicho corredor.

Yo en cabeza abriendo huella y marcando el camino disfruté muchísimo, ya que además, en la parte final, había que salirse y hacer un mixto "interesante", para finalmente salir y confluir con la subida "normal". Buenas fotos hicimos de este tramo.



Hacia Lapakiza (I)


Petrechema (II)


Hacia Lapakiza (II)


Pala de nieve (I)


Pala de nieve (II)


Pala de nieve (III)


Pala de nieve (IV)


Trepando (I)


Trepando (II)


Pala de nieve (V)


Pala de nieve (VI)


Empequeñecido


Cornisas


Último tramo de la pala de nieve


Ya solo quedaba seguir por el cordal en dirección a la cima de Lapakiza, que se hizo de rogar un poco tras pasar por una antecima, que desde abajo parecía la cima más alta.

Foto en la cima y a volver a disfrutar de unas vistas maravillosas y espectaculares, pero como el día iba avanzando, la luz en ese momento era perfecta para sacar unas buenísimas fotos.



Hacia Lapakiza (III)


Panorámica desde Lapakiza (I)


Panorámica desde Lapakiza (II)


Foto en cima de Lapakiza


Petrechema (IV)


Añelarra


No nos podíamos entretener demasiado, había que regresar al refugio e íbamos a ir por un camino que ninguno conocíamos y que ni siquiera estábamos seguros si tenía salida o no, aunque estaba más que claro que si, fuimos durante un buen rato con esa incertidumbre, al menos yo.

Cogimos todo el cordal nevado que va de la cima de Lapakiza hasta las faldas del Txamantxoia. Como disfrutamos de este tramo, con vistas a ambos lados y con unas sensaciones en el cuerpo muy guapas.

Finalmente pudimos comprobar que efectivamente, el cordal llegaba hasta donde nosotros pensábamos que llegaría.



Descendemos hacia Linza


Travesía


Por el cordal (I)


Por el cordal (II)


Por el cordal (III)


Por el cordal (IV)


Por el cordal (V)


Por el cordal (VI)


Por el cordal (VII)


Por el cordal (VIII)


Por el cordal (IX)


Por el cordal (X)


Por el cordal (XI)


Por el cordal (XII)


Sin embargo, nos entró otra duda. Todo hacía indicar que había que meterse por un bosque del que no teníamos referencias, ni sabíamos como de enmarañado podía estar. Por suerte, ya desde arriba mismo, pude comprobar que había huella, así que supusimos que a algún lado tenía que llegar, aunque sin saber claramente si esa huella se había enriscado jejejeje. De ser así, nosotros correríamos el mismo destino.

Seguimos la huella bosque a través, al principio sin problemas, a ratos perdíamos la huella ya que el deshielo había hecho de las suyas. Se mascaba la tragedia en el ambiente... hasta que finalmente sucedió, la huella desapareció, las marcas también (evidentemente nos habíamos despistado) y nos tuvimos que jamar un bosque a través, algo de zarzing, bosquing, y como no un par de culadas ya que nos metimos en una zona de bastante pendiente con barro y nieve.

Finalmente conseguimos salir a terreno despejado, encontrando la pista que nos llevaría directamente al refugio de Linza.

Una de las mejores salidas en nieve que hecho nunca (y he realizado unas cuantas) y de las que más he disfrutado. Buen final de año si señor.

(Algunas de las fotos son de Alba, Joana y Luis)



Hacia Linza (I)


Hacia Linza (II)


Hacia Linza (III)


Hacia Linza (IV)


Llegando a Linza



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5 Tus Comentarios:

At 11/2/08 5:14 p. m., Blogger MARC said...

Cuantas montañas nos quedan por conocer...

 
At 11/2/08 7:02 p. m., Blogger LGTorrens said...

Hola Kepa, ¡vaya reportaje que te has sacado de la manga! cuando ya teníamos olvidadas las navidades... vaya prólogo para preparar la entrada del año nuevo. Que la repitas muchas veces en tan agradable compañía. Ah! y te tomo la palabra en cuanto a lo de hacer una salida por los montes de Burgos, estaré encantado de compartir una salida montañera contigo y con quien se quiera apuntar, así que cuando dispongas de un hueco en tu agenda y te apetezca, ya sabes, puedes contactar a través de Mendiak.
Gracias y un saludo.

 
At 12/2/08 12:01 a. m., Blogger Mary.M.. (mi foto) said...

Que festival de monaña y nieve!! precioso todo.

 
At 12/2/08 11:17 a. m., Blogger Joana García said...

Una gozada compartir camino esos días. La vueltita es para recordarla siempre, me encantó.
Aún tengo agujetas de reirme esos días, juas juas juas juas juas

 
At 12/2/08 10:58 p. m., Blogger yildelen said...

Qué pasada de reportaje, Kepa. Las fotos de la pala final en el Petrechema me encantan.

 

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