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miércoles, febrero 15, 2012

Paseando por Pompeya (I)



A pesar de estar trabajando casi de sol a sol, al contrario que el año pasado, este año pudimos darnos una vuelta por la ciudad y sacar fotos. Como teníamos acreditación de currela, podíamos entrar una hora antes que los turistas, lo que me permitió ver y visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad en completa soledad. Lo primero que llama la atención es sin duda la majestuosa e imponente silueta del Vesubio.


A la sombra del Vesubio (I)


A la sombra del Vesubio (II)


A la sombra del Vesubio (III)

Lo mejor es dejar que los pies te lleven donde quieran, dejarse perder por las grandes calles y sobre todo por las callejuelas. Todo perfectamente empedrado y adoquinado. Uno se da cuenta de lo jodidamente listos que eran los romanos, y lo bajo que cayó la humanidad europea durante la Edad Media. La ciudad está perfectamente cuadriculada, medida, distribuida y pensada.

Desde la arrogante mentalidad del siglo XX-XXI, nos pensamos que todo lo que nos rodea es moderno, que ha sido inventado hace dos días. Pues es mentira. Los romanos ya tenían aceras, alcantarillas, fuentes, pasos de cebra, pasos elevados para no mojarse las sandalias cuando llovía, termas, canalizaciones de agua potable, pasos para carros, etc. Es impresionante lo organizados que eran y estaban. Así consiguieron dominar casi toda Europa y todo el Mediterráneo. Como decía, lo mejor es dejarse llevar...

Además, tuvimos la suerte de contar con las maravillosas explicaciones de amigo el arqueólogo finlandés, del que aprendimos muchísimas cosas y curiosidades.

Callejeando




































El omnipresente Vesubio




Antero Tamisto (I)


Antero Tamisto (II)




























Los romanos también eran unos avezados artistas del diseño de jardines y espacios públicos. Existen varios distribuidos por la ciudad. Por no hablar de los jardines interiores de muchas de las villas de la ciudad.


Jardines (I)


Jardines (II)

Y también sabían divertirse y socializarse, con termas, teatros, etc, pero también con prostíbulos y tabernas. Paseando por la ciudad uno puede contar decenas de tabernas.


Taberna (I)


Taberna (II)

Otra cosa que llama la atención del visitante son sus famosas estatuas de cadáveres. Cuando comenzaron a excavar hace 150 años, se dieron cuenta que entre la ceniza quedaban pequeñas cámaras de aire. A uno de los arqueólogos se le ocurrió rellenar estos huecos con escayola. Para su asombro, descubrieron que se trataba de los volúmenes que habían dejado los cadáveres que quedaron sepultados en las cenizas durante la erupción del volcán que destruyó la ciudad. En algunas de las estatuas es posible ver perfectamente detallado el rostro de los que murieron, su expresión de dolor y miedo.


Cadáveres (I)


Cadáveres (II)


Cadáveres (III)


Cadáveres (IV)

Y como en toda ciudad, había necesidad de alimentar a toda la población. Tiendas, hornos, almacenes, etc., están perfectamente distribuidos por todos los barrios de la antigua Pompeya.


Hornos (I)


Hornos (II)


Hornos (III)


Hornos (IV)


Hornos (V)

Y tras un largo paseo por la ciudad, la vamos abandonando recorriendo la vía Stabiana para dirigirnos al foro y contemplar desde ahí el Vesubio entre las sombras.


Atardecer (I)


Atardecer (II)


Atardecer (III)


Atardecer (IV)


Atardecer (V)


Atardecer (VI)


Atardecer (VII)

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