Cueto (1361 m) y Revillallanos (1298 m)

Un sábado de otoño me fui yo solo hasta Valderejo, en concreto al pueblecito de Quejo. La idea era ascender el Cueto y conectarlo con Revillallanos por la cresta.

Salí de Quejo y me metí de lleno en faena, recorriendo varios kilómetros de pistas forestales. A pesar de ir por pistas la verdad es que el recorrido es muy bonito, por los hayedos, disfrutando de los colores del otoño. Tras dejar los hayedos atrás, continué por las pistas pero ahora atravesando un pequeño pinar.

Tras dejar atrás el pinar enlacé con la subida directa al Cueto desde Nograro. A partir de ahora la cosa se puso mucho más empinada. En fortísima pendiente me fui acercando a la pared del Cueto, atravesando de nuevo hayas.

Salimos de Quejo (I)


Salimos de Quejo (II)


Peña Karria (I)


Peña Karria (II)


Por el bosque (I)


Por el bosque (II)


Queda lejos la cima (I)


Por el bosque (III)


Por el bosque (IV)


Por el bosque (V)


Por el bosque (VI)


Por el bosque (VII)


Por el bosque (VIII)


Por el bosque (IX)


Por el bosque (X)


Queda lejos la cima (II)


Por el bosque (XI)


Por el bosque (XII)

Tras dejar atrás todos los caminos, comencé a buscar el senderito de acceso al Portillo de Nograro. Tuve que buscarlos en fuerte pendiente en un hayedo un poco sucio y lleno de hojarasca. La progresión se hacía complicada ya que el terreno resbalaba bastante. Por fin encontré el caminito y me puse a subir por la canal de acceso al Portillo de Nograro. La canal es muy chula y elegante. Tras sudar un poco llegué a la zona superior del portillo, ya en plena cresta cimera. Más que una cresta es una planicie.

Buscando la canal (I)


Buscando la canal (II)


Buscando la canal (III)


Buscando la canal (IV)


Buscando la canal (V)


Buscando la canal (VI)


Mojón Acuchillado a lo lejos (I)


Mojón Acuchillado a lo lejos (II)


Canal (I)


Canal (II)


Canal (III)


Canal (IV)


Canal (V)


Canal (VI)

Giré hacia la izquierda y comencé a recorrer el sendero cimero en dirección al Cueto. Unas antenas coronan la cima, junto con varios buzones y un vértice geodésico. Del portillo al Cueto apenas tardé 10 minutos. Las vistas desde la cima son muy chulas y los colores del otoño eran brutales.

Hacia Cueto (I)


Hacia Cueto (II)


Hacia Cueto (III)


Cima de Cueto (I)


Cima de Cueto (II)


Los colores del otoño (I)


Los colores del otoño (II)


Los colores del otoño (III)


Los colores del otoño (IV)


La cresta desde Cueto (I)


La cresta desde Cueto (II)

Volví sobre mis pasos al portillo y continué por la cresta por buen camino hacia la cima que queda a la derecha del portillo, el Risco del Mojón Acuchillado (1342 m). La cima es una plácida campa herbosa. Foto de cima, disfrute de las vistas y a continuar por la cresta.

Hacia el Risco del Mojón Acuchillado (I)


Hacia el Risco del Mojón Acuchillado (II)


Hacia el Risco del Mojón Acuchillado (III)


Hacia el Risco del Mojón Acuchillado (IV)


Hacia el Risco del Mojón Acuchillado (V)


Vista atrás a Cueto


Risco del Mojón Acuchillado


La Lunada (I)

Continué hacia la siguiente cima de la cresta, el Mojón Acuchillado (1354 m). Descendí un poco y volví a subir. A partir de aquí la cosa se fue complicando un poco, el terreno dejó de ser cómodo o al menos tan cómodo como antes, y el boj y la maleza comenzó a ganar protagonismo. Subir, bajar, subir, bajar... hasta llegar a la cima del Mojón Acuchillado. Nuevamente las vistas increíbles, y un curioso "ojo" que me miraba sin parar.

Hacia el Mojón Acuchillado (I)


Hacia el Mojón Acuchillado (II)


Hacia el Mojón Acuchillado (III)


Hacia el Mojón Acuchillado (IV)


Ojo (I)


Ojo (II)


Hacia el Mojón Acuchillado (V)


Hacia el Mojón Acuchillado (VI)


La Lunada y Camón


La Lunada (II)


Hacia el Mojón Acuchillado (VII)


Los colores del otoño (V)


Hacia el Mojón Acuchillado (VIII)


Peña Karria desde la cresta


Hacia el Mojón Acuchillado (IX)


Mojón Acuchillado

Tenía que continuar hasta Revillallanos y aún faltaba muchísimo por recorrer. Tuve que descender un poco para buscar un buen paso y encaramarme de nuevo a la cresta. Ahora si, la cresta era cresta, pero estaba sucia, sobre todo al principio y me costó progresar bastante.

Pasado este primer tramo continué por la cresta subiendo y bajando piedras y laderas. La cresta era interminable y no parecía tener fin. Menos mal que las vistas y los colores del otoño me alegraron la vista y me distrajeron. Sube, baja, sube, baja, esquiva boj, cuidado con la maleza... agotador. Tras más de una hora desde el Mojón Acuchillado por fin conseguí ver el vértice geodésico del Revillallanos. Pero eso no significaba que ya estaba en la cima, no. Aún tuve que sufrir y sudar un rato para llegar a la cima.

Hacia Revillallanos (I)


Hacia Revillallanos (II)


Hacia Revillallanos (III)


Los colores del otoño (VI)


Hacia Revillallanos (IV)


Hacia Revillallanos (V)


Hacia Revillallanos (VI)


Hacia Revillallanos (VII)


Humión entre la niebla


Los colores del otoño (VII)


Vista atrás a la cresta (I)


Hacia Revillallanos (VIII)


Hacia Revillallanos (IX)


Hacia Revillallanos (X)


Vista atrás a la cresta (II)


Hacia Revillallanos (XI)


Vista atrás a la cresta (III)


Llegando a Revillallanos (I)


Llegando a Revillallanos (II)


Villafría de San Zadornil (I)


Villafría de San Zadornil (II)


Cima de Revillallanos


Cresta desde Revillallanos (I)


Cresta desde Revillallanos (II)

Tras comer, descansar un poco y hacer las fotos de rigor, me puse de nuevo la mochila a la espalda y comencé a descender. Continué por la cresta hasta el siguiente collado, donde estaba la entrada al sendero de bajada. El cabrón de él estaba un poco escondido, tanto, que me encontré a un pobre montañero que estaba un poco perdido buscando el camino. Menos mal que llevaba el GPS y le pude guiar. Bajamos los dos juntos hasta enlazar con la pista. Él giró a la izquierda y yo a la derecha.

Descenso (I)


Descenso (II)


Descenso (III)


Descenso (IV)


Descenso (V)

Me metí de lleno en las pistas. Yo me temía que sería muy aburrido y asqueroso este tramo, pero nada más lejos. Las pistas iban recorriendo los hayedos, que como decía antes, estaban increíbles. A ratos me entretuve sacando fotos de setas, bichos y árboles. Tras un buen rato caminando por los hayedos, la pista se metió en un pinar. El track que llevaba abandonaba la pista justo al lado de una txabola medio en ruinas. Aún no podía ni imaginar lo que me esperaba...

Por las pistas (I)


Por las pistas (II)


Por las pistas (III)


Por las pistas (IV)


Setas


Peña Karria "amarilla"


Por las pistas (V)


Por las pistas (VI)


Seta


Por las pistas (VII)


Por las pistas (VIII)


Por las pistas (IX)


Por las pistas (X)


Txabola

El track se introducía en un cortafuegos un poco sucio, pero por el que se podía caminar relativamente bien. Sin embargo, en cuanto se terminó el cortafuegos, el track se metió de lleno en una ladera de pinar, sucia, asquerosa, llena de maleza, llena de pinchos. Vamos, una PUTA MIERDA. Tuve que sufrirlo un buen rato. Menos mal que llevaba los mapas de Euskadi en el GPS y pude ver que el track pasaba cerca de un inicio de pista foresta. Descendí un poco y por suerte pude enlazar con la pista, que estaba muy limpia. Yo estaba lleno de arañazos y muy cabreado.

Una vez en la pista solo tuve que seguirla, enlazar con el track y descender de nuevo al coche por pistas limpias y sin problemas. Llegué casi de noche, completamente agotado tras 20 km, de los cuales casi 10 km fueron por terrenos poco agradecidos al caminar.

Cortafuegos


Jungla


Llegando al coche (I)


Llegando al coche (II)


Atajo


Llegando al coche (III)


Anochece sobre Peña Karria (I)


Anochece sobre Peña Karria (II)


Vacas en la oscuridad