GR-20 Córcega, dia 6: Bocca di Verdi-Col de Vizzavona

Desnivel positivo: 700 m
Desnivel negativo: 1200 m
Tiempo: unas 9 horas

Tras una noche en la que no pegué ojo por que una ardilla o un murciélago, no se que bicho era, se pasó toda la noche tirándome hayucos a la cabeza (no es coña), nos levantamos sobre las 5 de la mañana, para desayunar a toda pastilla, recoger todo aún más rápido y salir pitando que la etapa de hoy era de las más largas que teníamos por delante.

Fuimos ascendiendo poco a poco por el bosque hasta encontrarnos con la pasarela de Marmanu (1390 m). Algunos aŕboles eran francamente grandes. Poco a poco fue amaneciendo y la negrura del bosque dejó paso a los intensos colores verdes del hayedo.

Desayunando


Por el bosque de noche (I)


Por el bosque de noche (II)


Por el bosque de noche (III)


Por el bosque de noche (IV)


Pasarela de Marmanu


Salamandra


Amanece (I)


Amanece (II)

Teníamos la opción de hacer una variante, ascendiendo al Monte Renoso (2350 m) para bajar luego a las casas de Campannelle, o ir directamente a Campannelle. Iván y Kiko optaron por la variante alpina. Yo lo medité. Me atraía la etapa alpina, pero los dos días siguientes teníamos etapas muy duras por el desnivel, y con buen criterio decidí no hacer cima y descansar un poco.

Nos despedimos de Iván y Kiko y el resto seguimos hacia Campannelle. El camino hasta Campannelle es un tanto monótono, pero muy bonito y bucólico. El hayedo que se flanquea es enorme, frondoso y con multitud de arroyos que lo cruzan. Una pasada.

En un momento dado, llegamos a una carretera para cruzar seguido un puente, el puente de Casaccie (1345 m). Ya solo nos faltaba llegar a Campannelle (1590 m). Este tramo, por sendero muy descompuesto y empinado nos hizo sudar lo suyo.

Hacia Campannelle (I)


Hacia Campannelle (II)


Hacia Campannelle (III)


Hacia Campannelle (IV)


Hacia Campannelle (V)


Hacia Campannelle (VI)


Hacia Campannelle (VII)


Hacia Campannelle (VIII)


Hacia Campannelle (IX)


Hacia Campannelle (X)

Una vez en Campannelle, entramos al refugio guardado e hicimos algo de compra, descansamos, repusimos agua y comimos algo. Como la etapa era larga, no nos entretuvimos más de lo necesario, así que salimos hacía arriba en dirección al Collado d'U Cardu.

Este tramo era un poco más árido. Las hayas dejaron paso a los pinos y el terreno, antes húmedo, ahora era seco y polvoriento. Fue en este tramo donde vi a dos fulanos, con una mochilón de himalayista y con botas de plástico. En serio. Botas de plástico Koflach. Me imagino que cuando terminaron el GR-20 se amputarían los pies...

Campannelle


Refugio libre de Campannelle


Salimos de Campannelle


Zona del Monte Renoso


Hacia el Collado d'U Cardu (I)


Hacia el Collado d'U Cardu (II)


Collado d'U Cardu

Llegados al Collado d'U Cardu (1515m), volvimos a descansar un poquito, sacar alguna fotos y continuamos camino a Bocca Palmente. Este tramo del camino seguía recorriendo el bosque de pinos, flanqueando toda las montañas. Antes de llegar a Bocca Palmente pasamos por unas pintorescas Bergeries.

La Bocca Palmente (1645 m) es un sitio espectacular, sobre todo cuando, al llegar, aparece ante tus ojos uno de los montes más bonitos que vimos en Córcega, el Monte d'Oro (2234 m).

Hacia Bocca Palmente (I)


Hacia Bocca Palmente (II)


Hacia Bocca Palmente (III)


Hacia Bocca Palmente (IV)


Hacia Bocca Palmente (V)


Monte d'Oro desde Bocca Palmente

Ya solo quedaba bajar al Col de Vizzavona (920 m). La bajada era vertiginosa y no muy bien señalizada. Al principio fue bonita, por el bosque de pinos y a la sombra, pero ya estábamos muy cansados y el desnivel empezaba a hacer mella en nuestras rodillas.

En un momento dado, llegamos a un cruce muy mal señalizado, que curiosamente marcaba Col de Vizzavona. Sin embargo se trataba de una ruta circular, que nosotros pillamos en sentido contrario. Empezamos a ascender y ascender por un bosque muy bonito, pero que no era el camino. Tuvimos que regresar, y para que los rezagados no se liaran, se me ocurrió plantar en mitad del camino un "NO" gigante y bien visible. Hizo su trabajo y los rezagados no se confundieron.

Bajando al Col de Vizzavona (I)


Bajando al Col de Vizzavona (II)


Confusión y nota a los rezagados

Llegamos al Col de Vizzavona reventados, con una calor asfixiante y una sed bárbara. El col en concreto era una puerto de montaña lleno de coches. No sabíamos muy bien por que, pero luego descubrimos que había unas pozas y que un parque arbóreo para niños. Estos fueron a buscar sitio para dormir pero en los dos albergues que había en el col, ya no había sitio. Había que buscar sitio para hacer el vivac y no teníamos muy claro donde sería.

Comimos, echamos la siesta y Ángel se fue de expedicionario a investigar, y fue el que nos dijo la movida de las pozas, etc. El día avanzaba, caían las horas de la tarde y no sabíamos nada ni de Kiko ni de Iván. Yo bromeé con la posibilidad de que se hubieran liado y perdido. Media hora después de decir esto, nos llaman por el móvil para decirnos que se habían perdido de la reostia, que habían conseguido llegar hasta las casas de Campannelle, pero que era tardísimo, estaban reventados y que dormían en Campannelle.

El pobre Ángel estaba desencajado. Ya habíamos perdido a Gloria y Geme en la tercera etapa y en la quinta perdíamos a Kiko e Iván que iban a ir media etapa por detrás nuestro. Lo peor de todo es que lo tenían jodido para recuperar terreno pues quedaban las peores y más duras etapas, las más alpinas.

Nada podíamos hacer y preocupándonos no íbamos a conseguir nada. Decidimos cenar caliente en uno de los bares-restaurantes del col de Vizzavona, y cuando se fue todo cristo, nos bajamos a las pozas a darnos un chapuzón. El agua estaba buenísima.

Justo al lado de las pozas estaba el típico bar, con tejadito y mesas de madera, donde decidimos dormir y pasar la noche. Que mejor sitio que ese....

(Alguna de las fotos son del resto de la panda)

Birras


Comiendo