Atardeceres irreales

Esta vez elijo una canción del desaparecido Jeff Buckley, quien hizo una versión deliciosa del clásico de Leonard Cohen "Hallelujah".


Uno de esos días que me fui a escalar con los colegas, tras darle duro y de primero (cosas fáciles como decía hace unos días), me fui a estirar un poco las piernas con idea de ver el atardecer desde la cima del monte Saibi.

Cuando llegué a Urkiola y comencé a ascender por la pista que poco a poco lleva al Saibi, el atardecer ya había comenzado, y las sombras proyectadas de los montes sobre los valles se iban alargando poco a poco. Las últimas luces tocaban ya las puntas de los montes más altos del Duranguesado. En poco más de media hora, la cruz enorme que preside la cima del Saibi apareció ante mis ojos.

Untzillaitz


Mugarra


Alluitz-Anboto (I)


Cruz de Saibi (I)


Comienza a atardecer


Cruz de Saibi (II)


Cruz de Saibi (III)


Alluitz-Anboto (II)

Lo que desde allí pude contemplar difícilmente se puede describir con palabras...

Atardecer (I)


Atardecer (II)


Atardecer (III)


Atardecer (IV)


Atardecer (V)


Atardecer (VI)


Atardecer (VII)

Las montañas, parecían estar en llamas...

Atardecer (VIII)


Atardecer (IX)


Atardecer (X)


Atardecer (XI)


Atardecer (XII)


Atardecer (XIII)


Atardecer (XIV)


Atardecer (XV)


Atardecer (XVI)


Atardecer (XVII)


Atardecer (XVIII)


Atardecer (XIX)


Atardecer (XX)

Hora ya de regresar...

Atardecer (XXI)


Atardecer (XXII)