Ya os advierto que este reportaje es largo, muy largo, aunque creo que merece la pena. De todo lo que he hecho este año en montaña, que ha sido bastante y variado, sin duda alguna han sido dos cosas las que creo que más marcado me han dejado: La ascensión invernal al Monte Perdido, y la ascensión al Naranjo de Bulnes. La ascensión al Naranjo de Bulnes, o Naranjo a secas, o Pico Urriello, o simplemente el Picu no pasaría a mayores si no fuera por que la única forma de subirlo es escalándolo. Los escaladores hacen su prueba de fuego en el Naranjo. No hay escalador que se precie, al menos del norte, que no haya ascendido por alguna de sus cuatro paredes. Imaginaros lo que supone escalarlo para un simple montañero, que apenas ha escalado tres días. Aún ni me lo creo.
La cosa transcurrió de la siguiente manera. Yo estaba en negociaciones con mi amigo Josu para hacer la arista del monte Palomares (Álava), pero estaba a la espera de sus compromisos familiares. Me mandó un email para decirme que sintiendolo mucho no tenía permiso de la "matronal" (su mujer) para ir al Palomares, pero que....y aqui añadío miles de puntos suspensivos al email.....tenía permiso para ir al Naranjo de Bulnes, que había una plaza libre. Que cabrón, vaya susto que me dió. Era una invitación clara y directa a que si yo quería podía ir. Yo no había escalado en mi vida. Asi que quedamos el jueves anterior a ir al Naranjo en Atxarte con el fin de hacer unas pruebas y ver si sería capaz de subir. Según parece las superé, y como me dijo Josu, subía a toda leche y apuntaba maneras.
Bueno, salimos el sábado pronto pronto, Ruben, Unai, Josu y yo. Llegamos al collado de Pandébano (cerca de Sotres) donde dejamos el coche, nos repartimos los bártulos y el peso y comenzamos a hacer la aproximación hasta la base del Naranjo, donde está el refugio. La subida es durilla por el peso que se lleva a la espalda, hacía calor, y la cuesta es pindia de narices. Poco a poco apareció a lo lejos la silueta del Naranjo, esbelta y altiva. La verdad es que es una montañ muy estética.
Llegamos al refugio y encargamos las cenas para la noche. Después buscamos un sitio donde dormir. En la zona hay varios vivacs, muy bien puestos la verdad. Elegimos una roca enorme que se encuentra al principio de la canal de la Celada, con dos "habitaciones" dobles. Todo un lujo creerme.
Yo no sé si estaba previsto o no, pero Josu decidió que iba a subir al Naranjo conmigo esa misma tarde. Asi que cogimos todo y enfilamos desde nuestro "hotel" la canal de la Celada para aproximarnos a la cara sur del Naranjo. Ruben y Unai se quedaron en la cara Este para hacer la via "Espejismos de Verano". Las caras del Naranjo son impresionantes, y se veía a lo lejos pequeños puntos que no eran más que escaladores.
Helicoptero
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Collado de Pandebano
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Aparece el Naranjo
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El naranjo (I)
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Mar de nubes
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El Naranjo (II)
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El Naranjo (III)
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Cara norte
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Cara este
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Gente escalando (I)
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Gente escalando (II)
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La suerte estaba echada, ya no había marcha atrás...¿o si?. Me calcé los pies de gato y atendí atentamente a las indicaciones de Josu. Estaba todo claro. Lo más dificil es el primer paso de entrada al primer largo de la via, un paso de V grado. Superado ese paso estaba todo chupado. Y una mierda. Josu tiraba todo el rato de primero y yo iba de segundo asegurándole. El primer largo es muy cortito y atendí todas las indicaciones de Josu. No me costó mucho este paso. Luego venía el segundo largo. Mientras Josu iba abriendo la via a mi se me hizo larga la espera. Cuando grito "libre", me solté de la reunión y encaré el segundo largo. En un momento dado, colgado de la pared y al no ver a Josu que estaba varias decenas de metros por encima mio, pensé "¿que coño hago yo aquí?". La verdad es que hubo unos segundos de indecisión, miedo...pasaron pronto y seguí para arriba. Cuando superé este segundo largo, ya me dí cuenta de lo duro que era escalar, pero a la vez de lo mucho que se disfruta. El tercer largo me gustó, aunque no era más que una trepadita, eso sí, con un patio bajo tus pies bastante interesante...
Donde realmente lo gocé fue en el cuarto largo. Que pasada de largo, disfrutón disfrutón, o como dicen los escaladores, con mucho "ambiente", que transcurría casi todo el rato por unos canalizos, con buenos agarres para pies y manos. Estaba pletórico. la segunda vez que escalaba en mi vida y estaba subiendo el Naranjo de Bulnes. El quinto largo antiguamente ni siquiera se hacía con cuerda, pero ahora si. No tenía mucha pendiente y casi casi se podía ir andando. Es lo que se llama el anfiteatro. Ya solo quedaba recoger la cuerda, dejarla bien, y comenzar una serie de trepadas hasta la arista cimera. Llegamos a la cima, con bastante gente, y que pequeño es el mundo, todos hablando en Euskera. Fotos de las vistas y enseguida para abajo que según Josu se nos hacía tarde. Tuve en todo momento la sensación de ir acelerado, que Josu me metía prisa, según él como yo escalaba a toda leche....jajajajaj. Me hubiera gustado haber ido un pelín más despacio para haber disfrutado un poco más. Espero regresar, asi que la próxima vez le dire a Josu que más tranki jajajajajaja.
Relizamos los destrepes hasta la zona de los rápeles y para abajo. Rapelamos a toda pastilla, no nos encontramos a gente, y en media hora ya estabamos en la base de la pared sur.
Gente escalando en la sur
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Preparado
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Josu, mi maestro
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Josu, asegurándome (I)
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Josu, asegurándome (II)
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Colgado de la pared
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Llegando a la reunión
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Vistas desde la pared
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Arista
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En la arista (I)
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En la arista (II)
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Hacia la cima
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Foto en la cima (I)
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Foto en la cima (II)
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Vistas hacia Horcados Rojos
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Vistas hacia Peña Vieja
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Vistas hacia el Pico Turbina
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Comienza el rapel
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Rapelando
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Canal de la Celada
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Recogimos todo con la satisfacción de haber hecho las cosa bien y enfilamos para el refugio, donde nos esperaban Iñigo e Itxaso que habían venido después de nosotros y a ellos les tocaba escalar el domingo con Josu. Nos deleitamos con la pared Oeste, la mas abrupta y alta, donde aún había gente escalando. Cenita en el refugio y a dormir después de disfrutar de un bonito atardecer, con la sierra de Cuera y el Pico Turbina al fondo.
Cara oeste
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Merecida cena
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Sierra de Cuera al fondo
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Atardecer en Sierra de Cuera
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Atardecer en Neverón de Urriellu
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Nuestro hotel
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Nuestra habitación
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A dormir
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Al día siguiente nos levantamos, desayunamos y otra vez por la canal de la Celada hasta la base del Picu. Me ofrecieron subir de nuevo, pero no tenía ganas la verdad, ya había tenido mi dosis. Estaba como de bajón de adrenalina. Asi que me dediqué a sacar fotos del Picu y de la ascensión de mis amigos por toda la cara sur hasta el anfiteatro. Cuando ya los perdí de vista me puse a descansar y disfrutar del paisaje y me fui a la Morra de Carnicioso. Cuando apretaba el calor me fui para mi "habitación" que estaba a la sombra y fresquito. Nos reunimos todos al de un rato, recogimos los bartulos y enfilamos para el collado de Pandébano.
La verdad es que mereció la pena, una gran satisfación y una sonrisa de oreja a oreja. A ver si Josu me vuelve a llevar a escalar, que la verdad me está gustando y es divertido, aunque mal que me pese, siempre seré un pisahierbas como dicen los escaladores.
Espero que os gusten las fotos, que por cierto, algunas son de Josu, mi maestro.
Neverón de Urriellu
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Escalando en la pared este
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Josu dándole (I)
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Josu dándole (II)
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Josu dándole (III)
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Josu dándole (IV)
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Cara sur
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De regreso
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Croquis de la ascensión
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Etiquetas: Asturias, Escalada, Montaña, Picos de Europa