Frias y su Castillo

Tras visitar el monte Humión, nos acercamos hasta el bonito pueblo de Frías, uno de los más bonitos que conozco. Antes de llegar al pueblo, pasamos junto al impresionante puente medieval, con su torre el medio, y que conecta ambas riberas del río Ebro.

Puente (I)


Puente (II)


Humión desde el puente (I)


Humión desde el puente (II)


Puente (III)


Puente (IV)


Puente (V)


Puente (VI)


Puente (VII)


Puente (VIII)


Puente (IX)

Seguidamente nos acercamos al pueblo, del que destaca por encima de todo la torre del homenaje de su castillo medieval. La torre ha ha caído varias veces, y alguna de las veces ha matado a varias personas. De hecho, la torre que se puede ver en la actualidad está mutilada tras los últimos desprendimientos, y solo queda una parte de la misma. Originariamente era más grande.

Castillo a lo lejos (I)


Castillo a lo lejos (II)


Torre del homenaje desde la calle (I)


Torre del homenaje desde la calle (II)


Torre del homenaje desde la calle (III)


Torre del homenaje desde la calle (IV)


Torre del homenaje desde la calle (V)


Torre del homenaje desde la calle (VI)


Torre del homenaje desde la calle (VII)

Tras aparcar el coche a la entrada del pueblo, comenzamos a callejear por su callejuelas y rincones, dejándonos perder por ese ambiente a antiguo e historia que emanan de este tipo de pueblos. Las casas colgantes son impresionantes.

Casas colgando


Callejeando (I)


Callejeando (II)


Callejeando (III)


Callejeando (IV)


Callejeando (V)


Callejeando (VI)

Poco a poco nos fuimos acercando a la parte alta del pueblo, donde se encuentra la iglesia, y frente a ella, una gran explanada con restos de parapetos y murallas. Por desgracia, la iglesia estaba cerrada y no pudimos visitarla.

Iglesia (I)


Iglesia (II)


Iglesia (III)


Iglesia (IV)


Iglesia (V)


Iglesia (VI)


Iglesia con el Humión al fondo

Ya solo nos quedaba acercarnos hasta el castillo, que está situado al otro lado de esa gran explanada. Este castillo me trae muy buenos recuerdos de mi infancia, cuando venía con mis padres y mi hermano pequeño. En esa época, el castillo estaba algo más destartalado, y lo visitaba mucha menos gente.

Nos pegamos un buen rule por el castillo, visitando el patio de armas, el camino de ronda, sus torres de defensa y vigilancia, y por supuesto la impresionante torre del homenaje. Las vistas desde lo alto son increíbles.

Muralla


Portón elevadizo


Entrada (I)


Entrada (I)


Calles de Frías


Torre del Homenaje (I)


Camino de ronda (I)


Camino de ronda (II)


Torre del Homenaje (II)


Torre (I)


Torre (II)


Torre (III)


Torre (IV)


Puente desde el castillo


Camino de ronda (III)


Torre del Homenaje (III)


Torre del Homenaje (IV)


Torre del Homenaje (V)


Torre del Homenaje (VI)


Frías desde la torre del homenaje (I)


Frías desde la torre del homenaje (II)


Frías desde la torre del homenaje (III)


Frías desde la torre del homenaje (IV)


Frías desde la torre del homenaje (V)


Frías desde la torre del homenaje (VI)


Frías desde la torre del homenaje (VII)


Nos bajamos de la torre (I)


Nos bajamos de la torre (II)


Nos bajamos de la torre (III)


Nos bajamos de la torre (IV)


Nos bajamos de la torre (V)


Nos bajamos de la torre (VI)


Dejamos el castillo (I)


Dejamos el castillo (II)


Dejamos el castillo (III)


Dejamos el castillo (IV)

En la entrada del castillo hay una maqueta muy chula en la que se representa como debía ser el castillo en pleno apogeo, y donde se pueden apreciar las construcciones que se han perdido.

Maqueta del castillo

Finalmente dejamos Frías, al atardecer, con ganas de volver y disfrutar de sus calles y rincones, y de su espectacular castillo.

(Alguna de las fotos son de Mireia)

Dejamos Frías (I)


Dejamos Frías (II)


Dejamos Frías (III)


Dejamos Frías (IV)