Arlas (2044 m)

El segundo día de las vacaciones de semana santa nos las prometíamos felices, pero nada más lejos. Nos acercamos hasta la Piedra de San Martín para ascender el Añelarra. Se quedó en intento. Un frío infernal y una niebla brutal nos lo impidieron.

Mientras nos decidíamos a salir del coche aparecieron unos navarros (Battitte, Ainhoa, Eduardo, Iñigo y Juandi) muy majos con los que enseguida hicimos migas. Ellos iban al Anie, así que decidimos unirnos a ellos y cuando fuera necesario desviarnos a nuestro objetivo. Mejor salir todos juntos dado que perderse en esas condiciones por Larra es peligroso.

Comenzamos a andar guiados por los dos GPSes que llevábamos, rodeados de una niebla muy densa. La visibilidad no llevaba a los 10 metros. Bordeamos el Arlas por el sur y continuamos la ascensión con la esperanza de que la niebla al menos levantara al ascender. La nieve estaba algo costra y a ratos poco compactada.

Llegamos hasta unos 2250 metros de altitud, y justo antes de la atacada final a las cimas nos tuvimos que dar la vuelta. Lejos de mejorar, empeoró la meteorología y comenzó a llover. La nieve además cada vez estaba peor y no merecía continuar.

Finalmente decidimos ascender el Arlas, ya que nos pillaba de camino. Volvimos al collado y subimos la empinada cresta. Seguía sin verse nada de nada.

Llegamos al coche a la hora de comer, mojados, cansados pero extrañamente contentos. Nos fuimos todos al camping de Isaba a comer, beber unas birras y charlar sobre lo divino y lo humano.

Entre la niebla (I)


Entre la niebla (II)


Subiendo al Arlas


Cima del Arlas