Infierno Occidental (3073 m) Central (3082 m) y Orintal (3076 m)

Agosto 2010

Primera de las incursiones veraniegas de agosto en Pirineos. Vino Pedro desde Mallorca y de la misma nos acercamos hasta Panticosa, donde dormimos en el bosquecito frente al megacomplejo turístico vomitivo.

Al día siguiente nos despertamos pronto, nos calzamos las botas y la mochila de travesía, y nos pusimos en marcha en dirección a los ibones de Arnales. Mientras pasamos la Mallata Baja y la Mallata Alta, vemos como va amaneciendo. Dejando a un lado el camino directo hacia el Garmo Negro, nos dirigimos a los Ibones de Arnales.

Amanece


Hacia los ibones de Arnales (I)


Hacia los ibones de Arnales (II)


Argüalas


Garmo Negro y Argüalas (I)


Garmo Negro y Argüalas (II)


Hacia los ibones de Arnales (III)


Ibones de Arnales (I)

A partir de aquí el camino se convierte en solitario. Teníamos como siguiente objetivo el lejano Cuello de Saretas. Normalmente se suele ir a los Infiernos por el Collado de Pondiellos, pero nosotros elegimos una alternativa menos concurrida.

A partir de ahora fuimos ascendiendo poco a poco superando varias terrazas y teniendo que realizar alguna que otra trepadita, más por placer que por necesidad, ya que son prescindibles. Después de haber cogido ya mucha altura, nos colocamos debajo del Arnales, que bordeamos hacia la izquierda en dirección al Cuello de Saretas. Aquí tocó sufrir un poco por que tuvimos que atravesar una pedrera un poco incómoda, pero por fin llegamos.

Hacia el Cuello Saretas (I)


Hacia el Cuello Saretas (II)


Ibones de Arnales (II)


Hacia el Cuello Saretas (III)


Ibones de Arnales (III)


Tendeñera al fondo


Hacia el Cuello Saretas (IV)


Hacia el Cuello Saretas (V)


Hacia el Cuello Saretas (VI)


Hacia el Cuello Saretas (VII)


Hacia el Cuello Saretas (VIII)


Hacia el Cuello Saretas (IX)


Hacia el Cuello Saretas (X)


Hacia el Cuello Saretas (XI)


Hacia el Cuello Saretas (XII)


Llegando a Cuello Saretas (I)


Llegando a Cuello Saretas (II)


En Cuello Saretas

Mereció la pena llegar al cuello, ya que las vistas eran brutales. Tenía muchas ganas de conocer esa vista de los infiernos y el Garmo Negro y la verdad es que no me decepcionó.

Infiernos desde Cuello Saretas


Ibones de Pondiellos desde Cuello Saretas


Garmo Negro desde Cuello Saretas

Giramos a la derecha para volver a bordear el Arnales. Aquí nos separamos. Pedro quería ir al Arnales y yo quería reservarme, ya que era el primer día y no quería forzar. Mientras Pedro subía al Arnales yo tiré para los Infiernos, pasando un nevero con mucho cuidado para encaramarme en la impresionante pared del Infierno Central y subir por las fajetas hasta el collado que hay entre el Infierno Sureste y el Central.

Hacia los Infiernos (I)


Hacia los Infiernos (II)


Hacia los Infiernos (III)


Hacia los Infiernos (IV)


Panorámica del Garmo Negro


Hacia los Infiernos (V)


Hacia los Infiernos (VI)


Pondiellos


Arnales


Pedro en el Arnales


Hacia los Infiernos (VII)


Panorámica de la zona del Balaitus y Respomuso

Estuve esperando a Pedro un buen rato, pero no le veía y no daba señales de vida (luego supe que me estuvo llamando por teléfono pero no había apenas cobertura). Subí el Infierno Sureste y luego al Central. No le veía. Yo ay estaba preocupado, y a todo el que subía le preguntaba por Pedro. Me puse muy nervioso. Por fin le vi. Pedro había desistido de cruzar el nevero después de haberse caído (lo supe más tarde) y estaba bordeando los infiernos para ascender por la ancha arista norte que lleva directo al Infierno Noroeste. Yo recorrí el cordal cimero de los Infiernos y bajé al collado norte para esperar a Pedro, que llegó muy cansado. Ahí dejó la mochila, repuso fuerzas y ascendió los Infiernos mientras yo le esperaba.

Infierno Sureste (3079 m)


Infierno Central y Noroeste desde el Infierno Sureste


Panorámica desde el Infierno Sureste


Ibones azules y Respomuso


Vignemale al fondo


Hacia el Infierno Noroeste (I)


Ibones de Pondiellos desde Infierno Central


Hacia el Infierno Noroeste (II)


Infierno Central y Sureste desde Infierno Noroeste


En el Infierno Noroeste


Pedro llega

Cuando Pedro regresó, nos pusimos de nuevo en marcha, esta vez en dirección al Ibón de Tebarrai. La bajada es sencilla aunque a mi se me hizo un poco pesada. En un momento dado, debido al peso de la mochila, me desequilibré un poco y me di un rodillazo con una piedra a la que incluso oí gritar. Al principio no me pareció gran cosa, pero enseguida me empezó a doler bastante. Por un momento pensé que me había desgraciado la rótula. En el primer nevero hinqué la rodilla en la nieve. Continuamos bajando hasta el Ibón de Tebarrai, yo bastante dolorido.

Marmolera (I)


Marmolera (II)


Bajando hacia Tebarrai (I)


Garmo Negro, Algas y Argüalas


Bajando hacia Tebarrai (II)


Bajando hacia Tebarrai (III)


Bajando hacia Tebarrai (IV)


Bajando hacia Tebarrai (V)


Marmolera (III)


Marmolera (IV)


Bajando hacia Tebarrai (VI)


Bajando hacia Tebarrai (VII)

Del ibón de Tebarrai descendimos poco a poco, por que a mi cada vez me dolía más la rodilla, hacia los Ibones Azules. No los conocía, y flipé de lo bonito que es ese sitio.

Tebarrai ibón y pico (I)


Tebarrai ibón y pico (II)


Bajando a los ibones Azules (I)


Bajando a los ibones Azules (II)


Bajando a los ibones Azules (III)


Bajando a los ibones Azules (IV)


Bajando a los ibones Azules (V)

Nos entretuvimos un buen rato en los ibones Azules, el sitio lo merecía, sin duda alguna. Los fuimos rodeando y descendiendo poco a poco.

Ibones Azules (I)


Ibones Azules (II)


Ibones Azules (III)


Ibones Azules (IV)


Ibones Azules (V)


Ibones Azules (VI)


Ibones Azules (VII)

Nos dirigimos después al refugio libre de Bachimaña, lugar en el que pretendíamos dormir. A pesar de que no había nadie, decidí dormir en la calle, al raso. Pedro tenía la garganta un poco jodida por culpa del aire acondicionado del avión, así que durmió dentro. A la noche tuvo fiebre. Entre mi rodilla, el accidente de Pedro y la fiebre, estaba resultando un mal comienzo...

Bajando a Bachimaña (I)


Bajando a Bachimaña (II)


Bajando a Bachimaña (III)


Bajando a Bachimaña (IV)


Bajando a Bachimaña (V)


Refugio libre de Bachimaña

Al día siguiente, yo seguía con la rodilla chunga. Se suponía que venía mal tiempo y las nubes ya empezaban a hacer acto de presencia. La idea original era ir hasta los Xuans y bajar a Panticosa por Labaza, pero a la vista de los acontecimientos era imposible realizarlo. Yo le dije a Pedro que por aprovechar la mañana, se fuera hasta los Picos de la Muga, que yo le esperaba en el refugio. Así hizo. Al regresar Pedro tiró la primera chaparrada con algún que otro trueno. Genial...

En cuanto escampó y lo vimos claro, nos pusimos en marcha bordeando el embalse de Bachimaña, y descendiendo poco a poco hasta Panticosa. Ni bien ni mal, ni frío ni calor, ni fu ni fa...

(Alguna de las fotos son de Pedro)

Volviendo a Panticosa (I)


Volviendo a Panticosa (II)


Volviendo a Panticosa (III)


Volviendo a Panticosa (IV)


Volviendo a Panticosa (V)


Volviendo a Panticosa (VI)


Volviendo a Panticosa (VII)


Volviendo a Panticosa (VIII)


Volviendo a Panticosa (IX)


Volviendo a Panticosa (X)


Volviendo a Panticosa (XI)


Volviendo a Panticosa (XII)


Volviendo a Panticosa (XIII)


Volviendo a Panticosa (XIV)


De birras


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