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jueves, octubre 05, 2006

¿Y todo esto por qué?

Este post hace tiempo que debería haberlo escrito, pero la falta de tiempo y la vagancia han hecho que me demorase demasiado. Lo escribo para contestar a todos aquellos que de alguna u otra manera me habeis preguntado por que me gusta el monte, como llegué a él, por que pongo mi vida en peligro de forma innecesaria, que consigo con ello, etc, etc.

La verdad es que no sabría por donde empezar. Supongo que tendría que retrotraerme a mi infancia, a los veranos y los fines de semana en Villasana de Mena, todo el día correteando por las campas de detrás de nuestra casita, de los paseos y excursiones con mi aita (padre en euskera) del que aprendí muchas de las cosas que hoy sé sobre setas, endrinas, arboles frutales, en aquellos paseos dominicales recolectando todo aquello que se nos ponía al alcance. Mi primera montaña fué Castro Grande, precisamente en el Valle de Mena al que subí con mis amigos de ahí y mi padre. Me acuerdo de aquel buitre que se tiró hacia mi padre, del frio que hacia y de las espectaculares vistas. Mi siguente montaña fue el Gorbea, con un tío de mi madre, del que guardo un gran recuerdo. En definitiva, desde pequeño he tenido contacto con la naturaleza y los animales. También he de decir que hasta los 18 más o menos no me bajé de la bicicleta de corredor que heredé de mi padre, un trozo de hierro con el que hice ni sé cuantos kilómetros.

Luego uno crece, reniega del pueblo y se hace un adolescente insolente. Todo eso a pesar de que siempre fui muy formal...salvo algunas contadas ocasiones. Luego uno se echa novia, de esas que le "gusta el monte pero no la montaña"....total, que se aleja en parte del medio natural. También colgué la bicicleta, pero comencé a patinar.

Llega un momento, no muy lejano en el tiempo, en el que esa relación se acaba y uno se encuentra con un montón de tiempo libre que rellenar, y toneladas de odio y rabia que canalizar. Para mi no fue dificil encontrar un pasatiempo por así llamarlo: la MONTAÑA. Realmente no la descubrí, sino que la recuperé. Este es un proceso por el que muchos montañeros han pasado. Poco a poco me he ido metiendo más y más, al mismo tiempo que recuperaba facultades físicas, me ponía en forma y adquiría experiencias y conocimientos nuevos. El haber llevado una vida más o menos sana, no haber dejado del todo el deporte, no tener vertigo y un buen sentido de la orientación he de reconocer que me han sido de gran ayuda.

¿Y por que el monte y no las drogas o el cubata?. Siempre me ha gustado llevar la contraria a todo el mundo, asi que en vez de hacer lo que cualquiera hubiera hecho en mi lugar, abandonarme a la barra del bar y a la música chuntachunta, me dediqué al monte. Me parece más atractivo y emocionante y divertido que cualquier otra cosa.

Preguntar a un montañero cuales son sus motivaciones para ir al monte, o que siente y por que lo hace puede resultar algo divertido. Tendríamos tantas respuestas como montañeros, o incluso más. En mi caso es la conjunción o la sinergía de muchas cosas. Por un lado me permite viajar, cosa que me gusta mucho. Y cuando digo viajar no me refiero a irme al culo del mundo, me refiero con viajar al pueblo de al lado. Realmente me asombro de lo poco que conoce la gente si quiera su provincía, sus pueblos, sus barrios, sus gentes. No hace falta irse muy lejos. Desde que me dedico más activamente a la montaña he descubierto lugares increibles que no distan de mi casa mucho más que unas decenas de kilómetros: bosques, pueblecitos, barrios remotos, lagos, rios, etc. Viajar es mi otra gran pasión.

En el monte busco la tranquilidad, que no la soledad. Viviendo en un pueblo grande como Leioa, en una zona industrializada como Bilbao, estresados por el trabajo, etc, el monte me proporciona la paz y la serenidad que necesito para toda la semana. Cada uno se relaja como puede y sabe, yo lo hago en la montaña. Por no hablar de los olores de la montaña o de los sabores (flores comestibles, moras, frambuesas, fresas, etc) de los que uno puede disfrutar. ¿Y los paisajes? ahhhh los paisajes. ¿Quien no disfruta con una vista agradable? llegar a un paraje espectacular con un bosque, una cascada, un rio, viendo a los animales salvajes, un atardecer....¿o acaso es mejor pasear por una ciudad, sucia, ruidosa llena de edificios?. Y los sonidos...el susurro de los arboles, el cantar de los riachuelos, el piar de las aves...Por no hablar de los paisajes nevados, disfrutar de auténticas postales, pisar nieve virgen, etc. No cocnozco una sola montaña que con nieve sea fea.

La verdad es que en la montaña uno puede disfrutar todo lo que quiera, incluso el cuerpo más hedonista y exigente. Un baño debajo de una cascada, en un ibón de aguas limpias y transparentes, tumbarse desnudo sobre la hierba en cualquier prado, sentir el viento en tu cuerpo, el sol en la espalda...un auténtico difrute, creerme.

Y luego están los retos personales, vencer a la montaña, dominarla, conseguir llegar a la cima y sentir que la tienes debajo de la suela de tus botas. Tu solo, contra la montaña, unas veces vences tu, otras veces te vence ella, pero no importa, siempre puedes regresar para dominarla. Este año me he propuesto llegar a los 120.000 metros sumando la altura de los montes, de momento ya llevo 95.000 metros. En todo el año pasado hice 80.000 metros, lo que da una idea del ritmo que llevo ultimamente. Un no parar.

Y es que cuando hago algo dificil (Naranjo de Bulnes), con riesgo, peligroso, o en el que la muerte puede estar presente (como la invernal al Perdido), siento una gran fuerza interior, ganas de vivir, el instinto de supervivencia, eso que nos hace estar alerta y sentir que estamos vivos. Lo que necesito son estas esperiencias vitales, son como una droga, poner en riesgo mi vida, y al mismo tiempo, percivir mi insignificancia, mi fragilidad...

Pero sobre todo, lo que me gusta de la montaña es que no hay que aparentar, no hay que mentir, se es uno mismo, sin cortinas, sin fachadas. Es un sitio donde la amistad es de verdad, y es que la montaña precisamente propicia el compañerismo, la camaradería, la empatía, la solidaridad, etc., valores que respeto mucho y procuro cultivar, aunque a veces otros se empeñen en ponerte de mala leche...

He llegado a un momento de mi vida, en el que me he dado cuenta de lo corta que es, del poco tiempo que me queda, y de que no voy a poder ir a todos los sitios que quisiera, ni poder hacer todo lo que me gustaría, por eso siempre digo que SI a cualquier plan que implique hacer algo, me da igual el que, siempre y cuando sea atractivo, interesante o divertido, cualquier cosa menos quedarme en casa. Se me caen literalmente las paredes encima. He convertido mi vida en un CARPE DIEM 100%. Hago lo que quiero siempre, sin importarme lo que pueda pensar la gente. Asi que os digo que si teneis algún plan interesante y estrambótico, podeis decírmelo, que seguro que digo que SI.

Ya no veo la tele, pero por alguna extraña razón empiezo a pensar que en el pasado tubo alguna influencia sobre mi:

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17 Tus Comentarios:

At 5/10/06 7:10 a. m., Blogger Carlos said...

Bien, Kepa.
Parece ser que tienes fuego en la venas. Pues nada si vienes por el levante sólo o con amigos puedo hacer de guia en Penyagolosa y en Montanejos. Suerte con tus planes.

 
At 5/10/06 8:23 a. m., Anonymous Anónimo said...

Me has dejado impresionada con los 95.000 metros. ¡No has parado!. Lo tuyo es un Carpe Diem 200%!! :oD. No dejes de disfrutar y de contarlo por aquí.

 
At 5/10/06 11:40 a. m., Anonymous Anónimo said...

De verdad que he disfrutado leyendo todas y cada una de tus palabras Kepa;) un CARPE DIEM 100% sí..
Un beso, gracias por contarlo

 
At 5/10/06 11:42 a. m., Blogger Dustin Blake said...

Vaya auto-desglose!! Creo que ya te conocemos un poco mejor y la verdad es que por mi parte sólo puedo felicitarte por el camino que has tomado.

En muchas líneas de tu relato me siento identificado y enhorabuena también por transmitir lo que sientes cuando caminas por un lugar perdido y solitario. Sin duda es algo difícil que tú has conseguido aquí.

Un abrazo.

 
At 5/10/06 1:13 p. m., Blogger igertu said...

Que bueno Kepa, hay un montón de cosas coincidentes conmigo, lo que más me jo... es el echo de que se te caigan las paredes a MI me pasa :P

Pos nada, ya iremos haciendo cosillas ... ;)

Salu2,

 
At 5/10/06 1:14 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pues me ha gustado mucho como has descrito el amor a la montaña, celebro que hayas canalizado tu rabia de esa manera y no bebiendo cubatas y me encanta que no te importe lo que diga la gente....que les den! pero discrepo en que te queda poco...porque entonces a mi aun me queda menos y de eso nada!!!!!!!!!!!!!!

 
At 5/10/06 1:16 p. m., Blogger kasandra said...

Me he estado hoy un buen rato por aquí. Disfrutando como siempre, sobre todo de tus imágenes. Ya sabes que la mayoría me flipan. Pero luego te he conocido un poco más. Y me ha gustado.

Un beso :)

 
At 5/10/06 2:26 p. m., Blogger MARC said...

Menos mal que no paro de ofrecerte planes locos...

 
At 5/10/06 3:01 p. m., Blogger Heartbeats said...

Voy a poner montañas a mi vida!
Besitos,trotamundos!

 
At 5/10/06 4:45 p. m., Anonymous Anónimo said...

Ha sido un placer leerte y conocerte un poco. Besos

 
At 5/10/06 7:10 p. m., Blogger Joana García said...

Kepa, gracias por la canción, menuda sonrisa se me ha pintado en la cara!!!!!!! es genial!!!!! oyéndola revivo sensaciones parecidas (por no decir iguales)a las que siento ahora, tal vez por que fue una época de descubrimiento, como lo está siendo esta ahora.

Has sabido ponerle palabras a esa emoción tan extraña que te hace volver una y otra vez allí.

 
At 5/10/06 10:23 p. m., Anonymous Anónimo said...

Vaya... visito este blog de vez en cuando, y he de decir que este artículo me ha dejado sin palabras. Lo tuyo por la montaña es auténtica pasión y la exprimes al 100%, ya podríamos algunos tener una pequeña parte de la tenacidad y la determinación que tienes tu...

Sigue así!!

 
At 6/10/06 9:30 p. m., Anonymous Anónimo said...

Coincido contigo en que mis mejores amigos los he hecho en el monte, pero discrepo cuando afirmas que te queda poco para disfrutar. Cuando veo la cantidad de gente madura con la que me cruzo en el monte, me alegra pensar lo mucho que me queda por hacer. El objetivo ya no será acumular metros o, en mi caso, tachar cumbres. Pero tengo claro que los años no me van a impedir continuar disfrutando de la naturaleza, aunque sea realizando rutas con menor desnivel y sin alcanzar la cumbre.

 
At 6/10/06 10:59 p. m., Anonymous Anónimo said...

He disfrutado leyendo tu articulo, de verdad, me he sentido identificado en muchas de tus frases.

Gracias por compartir con nosotros tu/nuestra pasion por la montaña, sigue contandonos tus experiencias.

Un saludo

 
At 8/10/06 12:13 a. m., Blogger Joan Vicenç said...

Un relato que hago propio. Seguramente la diferencia estriba en que viajo al monte (de mi pueblo, de mi tierra, lejos de ella) más solo que acompañado, frecuentemente. Una misma ruta és diferente en invierno o en verano, por la mañana o por la tarde, domingo o martes... Salut company!

 
At 9/10/06 8:56 a. m., Blogger Antona said...

Toda una declaracion de principios.Si es lo que te hace feliz,no lo dejes nunca
salu2 amigo

 
At 17/10/06 11:16 a. m., Blogger ldiegoes said...

Gracias kepa.

Me has hecho revivir motivos por los que me gusta el monte y que habían sido sustituidos por otros.

 

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