Copenhagen

Hace unos meses me tocó ir a un congreso a Copenhagen. Cogí un avión en Bilbao, me acerqué hasta Frankfurt, y de aquí a Copenhagen. Fue uno de esos congresos en los que te da tiempo de hacer una escapadita por la tarde para poder ver la ciudad, al menos para hacerte una idea de como es. La ciudad está situada junto a la costa, en la mayor de las islas que conforman Dinamarca junto con la península de Jutlandia, por lo que el mar está muy presente.

Con la ayuda de un mapa fui recorriendo la ciudad buscando los edificios más emblemáticos, las iglesias, las torres, las plazas, etc.

Desde la ventanilla del avión


Comenzamos junto al mar (I)


Comenzamos junto al mar (II)


Recorriendo Copenhagen (I)


Recorriendo Copenhagen (II)


Recorriendo Copenhagen (III)


Recorriendo Copenhagen (IV)


Recorriendo Copenhagen (V)


Recorriendo Copenhagen (VI)


Recorriendo Copenhagen (VII)


Recorriendo Copenhagen (VIII)


Recorriendo Copenhagen (IX)


Recorriendo Copenhagen (X)


Recorriendo Copenhagen (XI)


Recorriendo Copenhagen (XII)


Recorriendo Copenhagen (XIII)


Recorriendo Copenhagen (XIV)

Hubo un lugar en particular que me encantó. Era una especie de canal sin salida donde había un montón de restaurantes y muchos barquitos. Me resultó un lugar encantador.

Canal (I)


Canal (II)


Canal (III)


Canal (IV)


Canal (V)

Más curioso me resultó el palacio real. En vez de ser un solo y único edificio, resulta que son cuatro que están distribuidos en las cuatro esquinas de una amplia plaza por la que se puede pasar y circular sin problemas. Aunque más me llamó la atención ver a la guardia de honor haciendo el paseíllo con un paso lento y una cadencia que si fuera yo el que estuviera haciendo la guardia me exasperaría.

Palacio Real (I)


Palacio Real (II)


Palacio Real (III)


Palacio Real (IV)


Palacio Real (V)


Palacio Real (VI)


Palacio Real (VII)


Palacio Real (VIII)

También me di cuenta que en Dinamarca tienen un concepto muy literal de lo que es una casa ecológica jejejeje.

Casa verde (I)


Casa verde (II)

Como buen turista que soy, me pegué una pateada de escándalo para ver a la archiconocida sirenita de Copenhagen. Está a tomar por el saco, junto a una fortaleza. La verdad es que cuando llegué a donde se suponía que estaba casi me muero de la risa. Resulta que se la habían llevado a la exposición universal a China, y en su lugar habían puesto una pantalla gigante con las imágenes en directo desde China con la sirenita. En fin... Por lo menos me pasé por la fortaleza que está chula.

Fortaleza (I)


Fortaleza (II)


Fortaleza (III)


Fortaleza (IV)


Escultura


Fortaleza (V)


Fortaleza (VI)


Fortaleza (VII)


Fortaleza (VIII)


Fortaleza (IX)


Soldado desconocido

La sirenita y la fortaleza están junto a la zona portuaria e industrial, así que no es un lugar excesivamente bucólico que digamos.

Zona portuaria (I)


Zona portuaria (II)


Zona portuaria (III)


Sirenita

Después de ver los alrededores, me metí de lleno a callejear por el centro de la ciudad. Que diferente resulta la arquitectura de Pirineos hacia arriba. He de confesar que a mi me tiene cautivado. Adoro el Western-Europe.

Callejeando (I)


Callejeando (II)


Callejeando (III)


Callejeando (IV)


Callejeando (V)


Callejeando (VI)


Callejeando (VII)


Callejeando (VIII)


Callejeando (IX)


Callejeando (X)


Callejeando (XI)


Ayuntamiento (I)


Ayuntamiento (II)


Ayuntamiento (III)


Ayuntamiento (IV)


Ayuntamiento (V)

Hacia el anochecer me acerqué de nuevo al punto de partida, donde intenté capturar junto al mar, la humedad, el olor a salitre y las tenues luces de la ciudad.

Volvemos al mar (I)


Volvemos al mar (II)


Volvemos al mar (III)


Volvemos al mar (IV)


Volvemos al mar (V)

Como como todo lo bueno tiene su fin, después de una paliza de viaje de tan solo tres días, regresé a Bilbao, cansado pero contento.

Dejamos Copenhagen (I)


Dejamos Copenhagen (II)


Dejamos Copenhagen (III)


Dejamos Copenhagen (IV)