Para rematar las vacaciones de verano me fui hasta Castellón, donde había quedado con Carlos (La Vida es Silbar) para escalar la arista sur de Penyagolosa, el monte más alto de la provincia de Castellón (1814 metros). También nos acompañó Alvar, amigo de Carlos.
Llegamos al monasterio desde el que se parte, dirección a Penyagolosa, atravesando un bonito bosque de pinos. Tras salir a cielo abierto comenzamos una bonita ascensión remontando la pared que queda más al norte de Penyagolosa, en dirección a un collado desde el que nos lanzamos por una pedrera en dirección sur, buscando ya la pared y la arista. Tras 1 hora de aproximación más o menos, llegamos a la base de la arista.
Por el bosque (I)
Por el bosque (II)
Penyagolosa (I)
Penyagolosa (II)
Mirando hacia atrás
Por el bosque (III)
Llegando al collado
Bajando a la pared sur (I)
Bajando a la pared sur (II)
Arista sur (I)
Repusimos fuerzas y sacamos los cacharros y la ferretería. La verdad es que fue poca, ya que la arista es sencilla y de grado bajo. Se trata de una escalada de IV grado y 150 metros disfrutones a tope. Esta vía la abrieron Antonio Daza y José Aranda en 1960, es decir, clásica clásica. De estos 150 metros, el primer tramo es de trepada sin cuerda.
Como suele pasar en estos casos, la entrada a la vía es un tanto peculiar, pero superado este primer inicio la verdad es que se hace muy fácil, eso si, con cuidado de los bloques sueltos. La roca sin ser mala no es la caliza de Atxarte. La primera reunión es muy molona y aérea, lo que le da a este primer largo bastante ambientillo.
Preparativos
Primer largo (I)
Primer largo (II)
Primer largo (III)
Primer largo (IV)
Alvar en la primera reunión
Primera reunión
Nuestro anfitrión Carlos tiró de primero todo el rato. El segundo largo, fácil como el primero es también muy disfrutón, y una vez superado este largo, una pequeña grimpada nos llevará a una de las dos cimas que tiene Penyagolosa, exactamente donde se encuentra el pequeño torreón con el vértice geodésico encima.
Segundo largo (I)
Segundo largo (II)
Segundo largo (III)
Segundo largo (IV)
Pequeña grimpada
Cima conseguida
Tras las fotos de rigor, recogimos todo el material y nos fuimos para la otra cima de la montaña, disfrutando de las vistas, el buen tiempo y de una panorámica de la arista sur espectacular. Yo la verdad es que había estado bastante preocupado por el calor que pudiéramos haber pasado, teniendo en cuenta que la orientación de la arista era sur y estábamos en pleno mes de agosto, pero la verdad es que corría un vientecito muy rico y no sudamos demasiado ni me agobié por el calor.
Descendimos suavemente hasta el pie de la montaña tratando de hacer una ruta circular hasta el lugar donde teníamos el coche.
Cima (I)
Cima (II)
Arista sur (II)
Arista sur (III)
Desde la cima
Dejamos la cima
Desde las laderas
Pasamos alguna que otra masía y de nuevo nos metimos en el bosque de pinos hasta llegar al punto de partida. Dejamos todo en el coche y nos fuimos sin perder ni un minuto a la cantina, donde degustamos algunos platos típicos del lugar y repusimos fuerzas y líquido.
Un enorme placer haber conocido en persona a Carlos y también a Alvar, y mi más sincera gratitud por haberme enseñado este bonito lugar.