Esto aconteció hace muchos meses ya, pero hasta ahora no había tenido tiempo de mostrároslo. Absténganse quienes sufran de vértigo jejejejejej. Tras haber dormido en el refugio del camping de Bujaruelo, nos dirigimos a Torla para coger el autobús que nos llevaría a la pradera de Ordesa. Aún estaba amaneciendo.
Tras llegar a la pradera y coger todos los bártulos, nos dirigimos por el sendero que da acceso al circo de Cotatuero. El Tozal de Mallo nos observaba altivo desde las alturas. Un paredón espectacular, aparentemente inexpugnable. El camino es sencillo, sin perdida, entre bosque y en suave pendiente hasta llegar al río desde el que ya se divisa la cascada del circo de Cotatuero, cuyo rugido era ensordecedor. A partir de aquí el sendero se pone un poco más duro y va ganando altura hasta salir del bosque. Las vistas de los paredones del Valle de Ordesa eran sobrecogedoras. Uno se siente insignificante ante ese espectáculo. Habíamos llegado a lo más interesante, las clavijas de Cotatuero.
Amanece en Torla
Tozal de Mallo
Paredones de Ordesa (I)
Paredones de Ordesa (II)
Cascada de Cotatuero (I)
Cascada de Cotatuero (II)
Vista atrás
Las clavijas de Cotaruero no son más que una pequeña vía ferrata perfectamente equipada y sin ningún tipo de dificultad técnica, que no es lo mismo que decir que sin peligro. Tienen un patio y una caída impresionantes. Se trata de una vía equipada que trata de salvar un paredón para dar acceso a la parte alta del valle. Comienza con un par de trepadas sencillas por dos chimeneas, para acceder a la travesía horizontal a través de la pared totalmente vertical. La verdad es que cuando estás en la vía no te das cuenta de la caída que tiene, pero si os fijáis en la foto "zuriñe en mitad de la vía" os daréis cuenta de la magnitud del evento.
Se va en todo momento asegurado con arnés de ferrata y mosquetones de seguridad, dos en este caso para mayor seguridad. Un subidón de adrenalina de la leche.
Hacia las clavijas
Primera trepadita
Primer tramo (chimenea)
Segundo tramo (travesía)
Colgado
Esperando mi turno
En plena travesía (I)
En plena travesía (II)
Zuriñe en mitad de la vía
Posando
Marc y Carmina
Marc
Isabel sonriente
Isabel en la vía
Una vez superado este obstáculo, se accede a un vallecito verde y con unas cascaditas preciosas donde las marmotas están a sus anchas. Se sigue ascendiendo sin perder de vista los hitos de piedra que marcan el camino hasta coger la suficiente altura para poder contemplar las grandes cimas del parque de Ordesa: Gabietos, Taillón, todos los Marbores, Perdido, Añisclo, etc.
Observando
Cascada (I)
Cascada (II)
Panorámica Taillón-Añisclo
A estas alturas del día ya se estaba mascando la tragedia. Por la zona de Monte Perdido las nubes estaban empezando a crecer de una forma aterradora y a gran velocidad. Cuando uno es capaz de ver como una nube se eleva y crece hacía arriba a gran velocidad, solo puede significar una cosa, tormenta. Aún nos quedaba un buen trecho, la Faja de las Flores, y bajar por el circo de Carriata. Una tormenta en un lugar tan expuesto podría suponer un auténtico infierno, y no estaba dispuesto a ello. Comenté imperiosamente a mis compañeros que para las dos de la tarde teníamos que haber bajado Carriata al menos.
la faja de las Flores es un sendero casi imposible que transcurre por mitad de la parte alta de los paredones del valle de Ordesa. Es muy expuesto, pero es precioso, increíble, con unas vistas impagables. Lo recorrimos a gran velocidad apremiados por la tormenta pero disfrutando en todo momento del paisaje. Entonces apareció el Tozal de Mallo. Para ir a este monte hay que descender desde la Faja de las Flores y desviarse 30 minutos mas o menos del camino que lleva a Carriata. Oimos los primeros truenos aún lejos, pero apremiando.
En contra de mi opinión fuimos al Tozal de Mallo en menos de 20 minutos y regresamos de nuevo al camino hacía Carriata en menos de otros 20 minutos. A toda ostia. Ahora ya solo teníamos que decidir por donde bajar Carriata, si por las clavijas o por la fajeta. Lo hicimos por la fajeta, por que si se ponía a llover en mitad de las clavijas podía haber sido peligroso. La fajeta....joder con la fajeta....roca en buen estado pero muy desgastada y pulida, camino estrecho y muy empinado. La tormenta estaba al caer y había que bajar y salir de ahí cuanto antes, perder altura rápidamente y llegar a los senderos que nos llevarían a la pradera de Ordesa de nuevo. Una cosa es mojarse y que te pille la tormenta en el fondo del valle y otra muy distinta que te pille ahí arriba en un lugar muy comprometido para tu seguridad. A toda leche llegamos a los senderos y los recorrimos rápidamente para perder altura.
Llegamos a la pradera justo cuando empezó a descargar la tormenta. Nos libramos incluso de mojarnos. A veces soy muy cabezón, pero gracias a esa determinación nos libramos de una buena. Sigo pensando que ir al Tozal de Mallo fue innecesario y arriesgado.
Algunas de las fotos son de gente de la expedición Mendiak.net a Cotatuero. Espero que os gusten.
Faja de las flores (I)
Faja de las flores (II)
Faja de las flores (III)
Faja de las flores (IV)
Tozal de mallo (I)
Tozal de mallo (II)
Faja de las flores (V)
Faja de las flores (VI)
Tormenta en ciernes
Desde el Tozal de Mallo
En el Tozal de Mallo
Fajeta de Carriata (I)
Fajeta de Carriata (II)
Etiquetas: Huesca, Montaña, Pirineos