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miércoles, noviembre 30, 2011

Sexo en Pompeya



Si. Sexo en Pompeya. Sexo, sexo sexo. La sociedad Romana clásica fue durante varios siglos la más adelantada y desarrollada tecnológicamente hablando. A su manera, también fue la más abierta y plural. Cuando consiguió dominar todo el Mediterráneo y las tierras adyacentes, cuando se aseguró la provisión segura de alimentos y materias primas, y cuando estableció las normas de su sociedad, es decir, cuando estableció su particular estado del bienestar, la sociedad Romana pudo dedicarse al ocio y al hedonismo.

Entre otras cosas, la sociedad Romana desarrolló un concepto de la sexualidad muy abierto, público y en cierto modo un poco amoral. Vamos, que no se privaban de nada. Paseando por la ciudad arqueológica de Pompeya, en la que recientemente estuve trabajando, lo primero que le llama a uno la atención es la cantidad de tabernas y prostíbulos que había. Osea, igualito que hoy en día en las sociedades modernas.

En nuestros tiempo libres pudimos visitar la ciudad y evidentemente fuimos a ver uno de estos prostíbulos. Solo hay que seguir las indicaciones que aparecen en alguna de las valdosas del suelo de algunas calles, unos relieves en forma de falo que indican la dirección que hay que seguir para llegar al prostíbulo. Durante muchos años los arqueólogos e historiadores no supieron interpretar estos relieves, hasta que finalmente elucubraron esta teoría.


Señalando el prostíbulo (I)


Señalando el prostíbulo (II)


Callejuelas hacia el prostíbulo (I)


Callejuelas hacia el prostíbulo (II)


Callejuelas hacia el prostíbulo (III)

Los prostíbulos eran pequeños, angostos y donde a buen seguro los clientes no tenían ninguna intimidad. Las camas eran de piedra. ¿Vendrá de aquí la expresión "pasarse a alguien por la piedra"? jajajajaj. Pero lo más alucinante eran la decoración en forma de pinturas murales. En ellas se representaban todo tipo de posturas sexuales, terriblemente explicitas, y que abarcan desde las relaciones heterosexuales, las homosexuales, lésbicas, orgías, sexo en grupo, tríos e incluso zoofílicas.


Vestíbulo


Cama de piedra (I)


Cama de piedra (II)


Decoración (I)


Decoración (II)


Decoración (III)


Decoración (IV)


Decoración (V)


Decoración (VI)

Pero estas pinturas y culto al sexo tan explícito no estaba únicamente circunscrito a los prostíbulos, sino que estaba presente en lugares públicos. Muchas Domus (casas) romanas estaban decoradas con pinturas de abierto carácter sexual.

Tal es el caso que, durante las primeras excavaciones modernas, los arqueólogos de la época quedaron escandalizados. En plena época victoriana, de estrictas reglas morales, se trató de esconder todos estos hallazgos. Al fin y al cabo, se tenía a la sociedad romana por culta y recta, como todas las culturas clásicas, y a medida que avanzaban las excavaciones, los pobres arqueólogos iban comprobando como los romanos llevaban una vida mucho más licenciosa de lo que la moral del siglo XIX podía admitir y soportar.

Todos estos hallazgos fueron escondidos y guardados en lo que se llamó "el Gabinete Secreto". Durante muchos años, este Gabinete Secreto solo podía ser visitado por ciertos privilegiados. Más tarde, ya en el siglo XX, se abrió para que los hombres pudieran verlo, siendo vetada la entrada a las mujeres. Hoy en día, una parte de la colección que alberga el Gabinete Secreto se puede visitar en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

A PRÁCTICAR MUCHO SEXO!!!!!




























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martes, noviembre 29, 2011

Nafakorta (1019 m) y Odoriaga (1245 m) por Garrastatxu

Hace unos días me acerqué hasta la recóndita ermita de Garrastatxu con idea de subir a Nafakorta y al Odoriaga. No había estado en Garrastatxu nunca y me sorprendió el tamaño de la ermita.


Ermita de Garrastatxu (I)


Ermita de Garrastatxu (II)


Ermita de Garrastatxu (III)

A la izquierda de la ermita sale una carreterita que enseguida nos lleva a un caserío, por el que pasaremos por delante de la mismísima puerta. Es curioso, pero el GR te lleva por ahí. Hay que pasar dos langas (por favor, dejarlas cerradas para que los dueños, que bastante tienen con dejarnos pasar por delante de la puerta, no se mosqueen).

Tras pasar el caserío, continuamos por el GR y salimos a una nueva pista que gira a la derecha y asciende hasta un amplísimo collado.


Hacia el collado (I)


Hacia el collado (II)


Caserío (III)


Hacia el collado (III)


Hacia el collado (IV)


Hacia el collado (V)


Hacia el collado (VI)


GR cortado


Hacia el collado (VII)


Vacas en el collado

Del collado sale una pista de gravilla que en fuerte pendiente va ganando altura rápidamente, Fue subiendo poco a poco hasta alcanzar lo que se conoce como la Araneko Arria, donde está inscrito que un lobo se comió a una niña de un caserío allá por el siglo catorce. O eso cuenta la leyenda. Nafakorta, que está junto a la Araneko Arria lo dejé para la bajada.


Hacia Araneko Arria (I)


Garrastatxu a mi espalda


Hacia Araneko Arria (II)


Hacia Araneko Arria (III)


Hacia Araneko Arria (IV)


Hacia Araneko Arria (V)


Hacia Araneko Arria (VI)


Hacia Araneko Arria (VII)


Cordal de Odoriaga


Hacia Araneko Arria (VIII)


Hacia Araneko Arria (IX)


Hacia Araneko Arria (X)


Hacia Araneko Arria (XI)


Araneko Arria (I)


Araneko Arria (II)

Continué ascendiendo por el cordal en dirección al Odoriaga. El día había comenzado más o menos bueno, con algo de sol, pero poco a poco se estaba cubriendo y empezaba a amenazar lluvia, así que me metí bastante prisa para alcanzar la cima del Odoriaga. La niebla comenzó a ascender desde el valle de Orozko y me tapó bastante las vistas.


Hacia Odoriaga (I)


Hacia Odoriaga (II)


Hacia Odoriaga (III)


Hacia Odoriaga (IV)


Hacia Odoriaga (V)


Hacia Odoriaga (VI)


Hacia Odoriaga (VII)


Cima de Odoriaga

Llegué a la cima y me abrigué, ya que un viento helador hacía bastante desagradable la estancia ahí arriba. Bebí un poco de agua y me comí el bocadillo a todo meter. Sin perder mucho tiempo comencé a descender rápidamente por el camino de subida. Esta vez no dejé de lado el Nafakorta, y me encaramé a su cima.


Gorbea y Aldamin


Itxina


Descendemos por el cordal de Odoriaga


Niebla (I)


Niebla (II)


Itxinako Atxak (I)


Itxinako Atxak (II)


Pastorekorta (I)


Pastorekorta (II)


Cima de Pastorekorta


Odoriaga desde Pastorekorta

Tras visitar el vértice y buzón del Nafakorta, continué descendiendo por el mismo camino de subida. Bonita y sencilla ascensión para una mañana otoñal.


Volviendo a Garrastatxu (I)


Volviendo a Garrastatxu (II)


Burbona


Volviendo a Garrastatxu (II)


Volviendo a Garrastatxu (IV)


Caserío (II)


Caserío (III)


Volviendo a Garrastatxu (V)

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